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Hoy os presentamos a un lobo con piel de oveja, o lo que es lo mismo, una Aprilia RSV4 disfrazada de una RS 250. En Suiza, el preparador Le Week-End ha sido el encargado de esta obra de arte de las dos ruedas, que combina lo mejor de los motores y chasis de la época contemporánea con lo más clásico. Un sueño hecho realidad para los más fanáticos de Aprilia, una preparación que llega tras muchos de trabajo.
Gwenael Barthélémy ha sido el encargado de esta joya. A sus 50 años, este británico afincado en Suiza es un fanático absoluto de las motocicletas. En sus tiempos jóvenes vivió la época más noventera del motociclismo. Hasta que en uno de sus paseos se encontró con una Aprilia RSV1000 con motor bicilíndrico revestida con un carenado blanco de una RS250. Es entonces cuando se le iluminó la bombilla.
No es su única creación: hasta el momento ya ha ideado otras 8 construcciones desde 2016. Su plan es fácil: después de darle vida a través de bocetos y proyectos, trabaja con amigos y otros talleres artesanales para crear las motos en cuestión.
Entrevistado por el medio MCN, así descubre su modus operandi: "Estoy muy orgulloso del resultado final. No era un plan fácil, con diferentes personas trabajando en él. Se corre riesgo de perder algo de consistencia, pero ha sido un éxito. Diseño mis proyectos antes de pedir a otros que creen lo que necesito. Fácil, ¿verdad? En realidad, no, ya que me llevó mucho tiempo encontrar a las personas adecuadas".
Esta en concreto ha sido bautizada como la RS/V4. Su cuerpo ha sufrido retoques, pero su alma se mantiene intacta: una superbike de 214V, ya que es la versión "Factory" de la Aprilia RSV4. De hecho, cuenta con tecnologías de lo más actuales como la Unidad de Medición Inercial (IMU), cuadro TFT a color, horquillas Öhlins NIX ajustables, monoamortiguador también ajustable... Ya conocemos de sobra a la RSV4 Factory, pero eso no es precisamente lo que más llama la atención.
El nostálgico carenado de la RS250 es lo más llamativo de la moto. En cada taller el dueño ha ido diversificando su acción: la empresa de Ginebra Carrosserie Corbex SA ha sido la encargada de crear los soportes de los faros, así como la decoración roja, negra y gris; Apiata Metal Shaping, con sede en Francia, fue la que adaptó el faro de la RS250 a la RSV4; o Carbone Junkie, que aportó el carenado y amoldó las tomas de aire de fibra de carbono, entre otras labores.
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Entre otros detalles también equipa un guardabarros de carbono envolvente atornillado al basculante reforzado, inspirado en otro proyecto de una RS125 transformada en una RSW 50; una librea pintada a mano; sillín con forma redondeada, imitando a la RS250 de 2 tiempos y retrovisores con indicadores integrados de la RS250. Aquí te dejamos unas cuantas fotos para que te deleites: