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Es la pregunta que más veces se escucha estos días en el paddock de MotoGP: ¿cuándo volverá Marc Márquez al campeonato? Desde que el piloto de Cervera se sometió a su última intervención quirúrgica en el brazo derecho el pasado 3 de junio en Estados Unidos, las especulaciones sobre sus plazos de regreso han sido una constante.
Nadie, ni siquiera los propios médicos de Marc, sabe a ciencia cierta y con exactitud cuándo veremos de nuevo al #93 subido a su Honda. Para muchos, lo lógico sería esperar a terminar la temporada actual, ya perdida, y no precipitar el retorno de Márquez en un momento en el que Honda se encuentra sumida en su peor crisis en MotoGP.
Sin embargo, en el paddock hay quien opina que la vuelta de Marc podría estar más cerca de lo esperado, eso sí, limitada únicamente a trabajar en la RC213V del próximo año. El propio Stefan Bradl, probador de la marca, reconocía hoy en Silverstone que Honda ha dejado totalmente de lado los progresos en el prototipo de este año para centrarse en la moto de 2023, y ha dicho que "cuando vuelva Marc, estará totalmente metido en el proyecto porque tiene velocidad y experiencia para hacerlo", confirmando que el catalán y el alemán están en contacto constante para conocer las mejoras que va incorporando la nueva RC213V.
El Circuito de Misano acogerá dentro de un mes un test muy importante para la mayoría de fábricas. Los días 6 y 7 de septiembre, justo después del Gran Premio de San Marino, la pista italiana será escenario de dos jornadas de entrenamientos oficiales en las que posiblemente veremos muchos prototipos del año 2023 ya en de rodaje, todavía en una fase muy temprana de desarrollo. Y es evidente que a Honda le gustaría contar con la opinión de Marc en ese test, siempre y cuando los médicos le dejen subirse a la moto.
En esto tendrá mucho que ver la próxima revisión médica que el #93 tiene programada para finales del mes de agosto. Así lo ha asegurado hoy su hermano Álex durante una entrevista concedida a DAZN en la que el piloto del LCR Honda Team ha asegurado que los dolores en el brazo de Marc "se han ido poco a poco" y que "la prueba de fuego será cuando se suba a una MotoGP, es cuando sabrá realmente cómo tiene el brazo. Ha forzado muchísimo el brazo este último año y medio".
Álex Márquez no ha querido precipitarse al dar una fecha de regreso de su hermano a las pistas, y ha insistido en que sólo veremos a Marc rodando en moto "cuando se sienta preparado", y sobre todo, cuando tenga la luz verde del Dr. Sánchez Sotelo, responsable de su última cirugía. "Tiene una revisión a finales de agosto que marcará el timing. Luego hay un trabajo muscular de que esté bien el hombro, ahí tendrá que trabajar más", remataba Alex.
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Llevar una MotoGP, incluso en un test, exige una condición física propia de un atleta profesional, por eso Márquez tendrá que estar plenamente recuperado de su última intervención si quiere empezar a contribuir en el desarrollo de la Honda 2023. El test de Misano se celebrará tres meses después de su cuarta operación en el húmero derecho, quizás un plazo de tiempo demasiado corto si atendemos al timing que Marc siguió tras su tercera intervención a finales de 2020, cuando esperó cerca de cuatro meses antes de engancharse a la temporada 2021 en el Gran Premio de Portugal, donde reapareció con una sexta posición final.