 Por John Fernández @fernanduzo |
El destino de Iker Lecuona no estaba en MotoGP. Es un hecho del que no se arrepiente, pero es consciente. El joven piloto español se cuestiona si hizo lo correcto al llegar de forma prematura al Tech3 de KTM en 2020. Admite ahora que no era una opción "obvia" cuando llegó. A sus 19 años todavía necesitaba madurar competitivamente, sin ni siquiera hacer sus pinitos ni en Moto2 ni en Moto3, donde no ganó ni un campeonato ni un subcampeonato. Sin embargo, se lanzó a la aventura.
Un epitafio como el de muchos otros pilotos que subieron prematuramente a la categoría reina sin estar preparados para ellos. Sin embargo, en ningún momento se arrepiente de esa decisión, a pesar de que no estaba preparado para ello, tal y como admite abiertamente en una reciente entrevista con el medio Crash.net.
Habiendo adquirido algo más de madurez competitiva, y ya en SBK, comenta con honestidad: "No creo que estuviera preparado para dar el salto. Pero cuando tuve la oportunidad dije que sí porque no sabes lo que pasa en el futuro, así que en este caso KTM me dio la oportunidad y la aproveché. Pero sabía que, si KTM me daba algo de tiempo, podría aprender rápidamente y podría luchar por los primeros puestos".
Se justifica: "Al final del primer año estaba luchando entre los diez primeros, peleando con Valentino en Austria y era P6 en Misano a dos vueltas del final. Es una filosofía diferente en general, en MotoGP necesitas tiempo como piloto y en mi caso no tuve mucho. Era un novato, y quieres llegar rápidamente a la cima, pero necesitaba más tiempo".
Dice que en KTM las mejoras siempre llegaban tarde: "Tengo que decir que en KTM probé muchas piezas nuevas. En los test usaba diferentes piezas, pero esto es porque siento los cambios en la moto. Un pequeño cambio lo noto, así que probé muchas cosas, pero siempre llegaban tarde a la carrera. No era piloto de fábrica, así que les daban las piezas a los otros".
Se siente un verdadero piloto de fábrica con Honda: "Tenía el apoyo de la fábrica, como los ingenieros, pero no es lo mismo que entrar y sentirse como un piloto de fábrica. Ahora con Honda me siento como un piloto de fábrica, me da una nueva actitud de trabajo. Para mí, MotoGP es un nivel diferente, pero son motos diferentes y es un Campeonato del Mundo, así que hay que luchar y aprender".
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Ahora su perspectiva en Honda es muy distinta a la de KTM: "En diciembre, entré y lo noté. Te sientes como un piloto de fábrica. Tengo la misma gente en mi garaje que en MotoGP, pero se siente como un equipo de fábrica. A veces me cabreo porque quiero ganar y sé que puedo hacerlo, pero sé que necesitamos algo de tiempo".
