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Enfrentarse a un Dakar no es nada fácil. Desde luego que tiene mérito ser una mujer en una competición de hombres, porque recordemos que en esta 44ª edición del Rally Dakar había 572 participantes. Dos de ellas españolas, y corrían en motos: Sara García y Sandra Gómez, esta última que debutaba, cumpliendo su sueño más profundo. ¿Llegaba por primera vez al Dakar? Sí. ¿Miedo? Para nada. Es una de las mejores hard enduro del mundo, por lo que la madrileña conoce muy pero que muy bien el peligro, el cansancio y el deporte extremo sobre la moto.
Hay quienes ya la comparan con Laia Sanz. La posible sucesora se ha alzado como la segunda mejor mujer en la general (62ª posición) de esta edición del Dakar, y eso tiene mucho mérito teniendo en cuenta que era una debutante, y que ha quedado a 52 horas del líder de esta edición.
Gómez, natural de Cercedilla (Madrid), tiene 28 años, y lleva el trial en las venas desde bien pequeña. En 2016 y 2018 se proclamó subcampeona del mundo, pero mucho antes, en 2013, se estrenó con una medalla de bronce en los XGames de Barcelona, donde se dio a conocer. Y es que su apellido y antecedentes quizá te suenen a alguien... Alfredo Gómez, uno de los pilotos españoles con mayor palmarés en el Hard Enduro en el mundo entero, es su hermano.
Así que en 2016 se lanzó a esta disciplina, y se proclamó campeona del mundo de superenduro, y también ha sido la primera mujer en el mundo entero en terminar la Redbull Romaniacs en la categoría Gold (la más top). En 2015 también se hizo con el AMA Endurocross en EEUU. Con tanto palmarés, estas competiciones se le quedaban pobres... Y siempre soñó con el Dakar.
Soñó, soñó y soñó hasta este año, que pudo participar por primera vez. Es muy cercana a otro dakariano, Lorenzo Santolino, quien ha entrenado a Sara en navegación y en los raids para esta aventura en 2022 tan solo unos meses antes de su debut. Incluso ha llegado a participar en 'La Casa de Papel' como stunt rider. Vamos, que es una auténtica fenómeno.
La joven de Cercedilla exhibió su buena calidad como piloto quedando por delante de Mirjan Pol en la especial cronometrada más larga del día 5 de enero, y después, hace unos días, el 9 de enero, en la segunda especial más larga, de 402 kilómetros. Aunque en la general fuese la holandesa la primera mujer, tan solo le ha sacado 15 horas de diferencia.
Y, como todo campeón, es muy bien agradecida. Este año pudo participar en el Dakar gracias a su equipo y patrocinador, Clínica Res, que también llevaba el nombre del equipo. Especial mención le dedicó a Santolino: "Mil gracias a Lorenzo por ser el mejor maestro", y deja caer que igual hay próxima edición: "¡Nos vemos en la próxima! Esto acaba de empezar".
Lo suyo, desde luego, es de hazaña, con tan un solo unos pocos meses de preparación: "Salí de Jeda con lágrimas en los ojos, en apenas tres meses hemos hecho algo que parecía imposible. He aprendido todo en tiempo récord. Han sido tres meses muy intensos y una larga trayectoria de carreras", ha comentado en las redes sociales, agradeciendo también a todos quienes han participado en su aventura.
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Su objetivo era ganar la clasificación femenina, y casi lo ha conseguido. Lo que está claro es que las ganas y la ilusión le han permitido situarse como la segunda mejor mujer del Dakar a muy pocas horas de la primera, y seguro que en 2023 repite hazaña.