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Cuando dos pesos pesados del mundo del motor se unen, sólo podemos esperar sentados para disfrutar del resultado. Y es que Yamaha y Subaru han anunciado una colaboración explosiva con el objetivo de batir los 400 segundos de Nurburgring, es decir, el récord del circuito, que se sitúa actualmente en 6:43:300, récord de un Porsche 911 GT2 RS MR que marcó en 2021. Los japoneses han unido fuerzas y Yamaha ha anunciado que suministrará una unidad de motor eléctrico para el futuro vehículo eléctrico de Subaru, el STI E-RA.
Este coche deportivo está siendo desarrollado por Subaru Tecnica International (STI), la matriz de preparación de coches deportivos de Subaru Corporation, cuyas siglas están estampadas en muchos de los vehículos deportivos de la marca japonesa. Ahora el objetivo para ambas marcas se pone en 2023, cuando esperan tener acabado el STI E-RA y batir el récord del infierno verde.
Todo este proyecto empezó cuando Subaru puso en marcha el proyecto STI -ERA Challenge, poniendo la vista en el futuro más próximo e ideando un prototipo de coche que se convierta en el 'conejillo de Indias' para descubrir el mundo de la tecnología eléctrica aplicada al ámbito del automovilismo, y más concretamente, al automovilismo deportivo. Un paso adelante en la preparación para la nueva era de neutralidad del carbono.
Por ello, STI no quiso esperar más tiempo y ayer mismo presentó el proyecto en el Salón del Automóvil de Tokio, donde dejaron ver un 'concept car' de lo más futurista, dejando claras las intenciones y la línea a seguir, y de la mano de Yamaha. No van a esperar años y años de preparación; este mismo 2022 tienen planeado rodar el coche en varios circuitos de Japón, con el objetivo de marcar récord en Nurburgring de 400 segundos, o bien 6 minutos y 40 segundos.Entre los detalles, ya han anunciado que se tratará un vehículo con tracción a las cuatro ruedas. De otra manera sería muy difícil domar a tantos caballos... Porque también han mencionado la potencia del coche: ni más ni menos que 1088 cv (o 800 kW al tratarse de un motor eléctrico). Utilizarán la tecnología de vectorización del par en las cuatro ruedas. Esto significa que cada motor tendrá un mapeado individual que controlará la tracción a gusto del piloto en cada momento: más atrevido, menos, más subviraje, menos...
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Esta vectorización aplica el par motor óptimo a las cuatro ruedas de forma independiente en cada una de ellas para garantizar la estabilidad según el tipo de recorrido o curva que tome el piloto. El motor de Yamaha ofrece revoluciones y un par muy alto, que incluye un inversor integrado también suministrado por la marca de los diapasones. Todo ello acompañado de una batería de iones de litio con una capacidad de 60kWh. Una colaboración cuanto menos interesante que se incluye dentro del plan de Yamaha de reducir las emisiones de CO2 de cara a 2050.