 Redacción @todocircuitoweb |
La Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP cumple este año su segunda temporada en el Mundial de Superbikes desde su introducción en el año 2020 junto a Álvaro Bautista y Leon Haslam. Pese a los esfuerzos que la marca japonesa puso en el desarrollo de su última superbike, los resultados del español y del británico han demostrado que la última generación de la mítica 'Espada de fuego' nipona todavía está un paso por detrás de las tres mejores fábricas del paddock: Kawasaki, Yamaha y Ducati.
Bautista lleva tiempo advirtiendo a Honda de que el paquete actual es difícilmente mejorable teniendo en cuenta las limitaciones que sus técnicos tienen a la hora de preparar una motocicleta que, no olvidemos, deriva de un modelo de serie. El reglamento del WSBK permite realizar muchas mejoras en las motos -basculante, subchasis trasero, parte ciclo...- pero elementos como el chasis o sus geometrías deben ser idénticos al modelo de producción del que derivan.
Quizás por este motivo, el fabricante con sede en Tokio parece estar inmerso en el desarrollo de una nueva superbike que romperá con los esquemas ya vistos en la Fireblade actual, al menos en lo que se refiere al apartado del chasis. El portal Bennetts ha tenido acceso a unas patentes registradas por Honda que dejan a la vista la más que posible llegada de una nueva moto deportiva con un bastidor que se aleja del concepto de doble viga de aluminio del modelo actual, apostando por un bastidor de tipo monocasco que emplea el motor como un elemento más del conjunto del chasis.
Este nuevo diseño de bastidor deja a un lado las típicas vigas laterales para apostar por un chasis más simple formado por tres partes bien diferenciadas. La primera, con forma de 'N', ancla directamente la pipa de dirección a la parte superior del motor, y se aprovecha todo el espacio vacío del interior para instalar la caja del airbox, una pequeña batería y una caja donde se aloja parte de la electrónica de la moto.
La parte trasera del chasis está formada por una pequeña pieza de aluminio que sirve de puente entre el motor y basculante, y que además sirve de punto de anclaje para el amortiguador trasero y las estriberas del piloto. Este concepto es muy similar al utilizado por Ducati en el chasis de su Panigale V2 y posteriormente en el bastidor de la V4, aunque hay una diferencia importante en el caso de la Honda: el tercer elemento del chasis parece ser una pieza autoportante que hace las veces de subchasis trasero y que alberga en su interior el depósito de combustible, ubicándolo bajo el asiento tal y como sucede en la RC213V de MotoGP.
El resto de elementos que se pueden observar en las patentes registradas por Honda son los que podríamos encontrar en cualquier otra superbike actual. Quizás llama la atención el tipo de marcador que aparece en los papeles, donde se usa un tacómetro analógico para marcas la revoluciones por minuto del motor (fijado en 14.000 rpm.) junto a una pantalla TFT. Toda la botonería, los espejos retrovisores y la zona de la cúpula tampoco destacan por nada en especial (recuerda que en otras patentes filtradas de Honda se veían algunos avances en términos de aerodinámica activa).
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El registro por parte de Honda de este nuevo concepto de superbike no quiere decir que su llegada a la producción esté garantizada. No es la primera vez que vemos unos bocetos registrados que finalmente se quedan ahí, en la oficina de patentes, pero es evidente que la marca del ala dorada está haciendo un esfuerzo importante por cambiar el concepto de moto que están empleando actualmente en el Mundial de Superbikes, y esta posible Fireblade del futuro con soluciones derivadas de MotoGP podría ser el camino elegido por Honda.
