Foto: Circuito de Jerez
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La jornada de test oficial que hoy se ha celebrado en el Circuito de Jerez Ángel Nieto ha sido más corta de lo esperado para Marc Márquez, que sólo ha podido completar siete vueltas antes de cerrar la puerta de su box.
Tras un fin de semana exigente físicamente, Márquez y el equipo Repsol Honda han optado por centrarse en su recuperación y permitir el máximo de tiempo para prepararse para el GP de Francia que se celebrará dentro de dos semanas en Le Mans.
"He intentado hacer el test, pero en cuanto me he levantado por la mañana he visto que estaba muy bloqueada toda la parte derecha, desde las cervicales al hombro derecho", comentó Marc tras acabar el test a mitad de la jornada.
"El brazo, después de una carrera en la que se dan tantas vueltas seguidas, cuesta más, y no trabaja bien, y esto hace que se bloqueen las cervicales y el hombro", añadió el catalán, que además de vigilar el estado de su húmero derecho se ha visto condicionado por el fuerte accidente que protagonizó el sábado durante el FP3.
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"El accidente que tuve el sábado no ayudó con mi condición física. He pensado que tal vez hoy, cuando mi cuerpo se hubiera calentado, sería mejor y podría intentarlo, pero de inmediato me he dado cuenta de que no estaba en un buen nivel para pilotar. Hemos hablado con el equipo y hemos decidido detener el test", prosigue Marc.
"He intentado dar unas vueltas para probar lo prioritario, lo más importante, pero no ha podido ser así", lamenta el español, que salió a pista con un nuevo carenado de fibra de carbono que presentaba una configuración aerodinámica ligeramente distinta a la versión actual.
"No podía pilotar a un nivel aceptable para entender cosas. Una pena, pero me quedo con las sensaciones del fin de semana que fueron mejor que las de Portimao. Es la sensación que tenemos ahora. Paciencia, cada vez me siento mejor, a ver si en Le Mans puedo dar un paso a nivel de confianza y de sensaciones con la moto", finalizaba Marc Márquez.