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Ducati demostró en el último Gran Premio de Losail que su prototipo sigue siendo el más rápido en línea recta. Joan Mir lo pudo comprobar en primera persona después de ser sobrepasado por las Desmosedici de Johann Zarco y Pecco Bagnaia a pocos metros de la línea de meta, una aceleración de la que ya hizo gala el francés del equipo PRAMAC durante el FP4 del sábado, cuando registró una velocidad máxima histórica de 362,4 km/h.
La fábrica de Borgo Panigale demostró sobre la recta de 1.068 metros de Losail que las MotoGP ya están listas para superar la barrera de los 360 km/h, y muchos se preguntan qué registros marcarán las Desmosedici en la interminable recta del Circuito de Mugello (1.141 metros) el próximo 30 de mayo, especialmente si tenemos en cuenta que la última curva del trazado italiano es más rápida y permitirá a los prototipos de la clase reina encarar la recta de meta a mayor velocidad.
Michele Pirro es uno de los culpables del paso adelante que han dado las Ducati en términos de velocidad pura. El probador oficial de Borgo Panigale tuvo la oportunidad de probar durante la pretemporada algunas de las novedades que luego se vieron en el test de Qatar, y según ha declarado en una entrevistas recogida por La Gazzetta dello Sport, la velocidad que registró Zarco en Losail no es nueva para ellos: "Es una velocidad que ya habíamos alcanzado en algunos test privados. Te puedo asegurar que después de un cierto límite, unos 320 ó 330 km/h, la diferencia en sensaciones es exponencial", afirma el italiano.
Pirro quiere dejar claro que el hecho de alcanzar estas velocidades tan altas no se debe únicamente a la potencia bruta del motor V4 de la GP21: "Hay que entender que no sólo es una cuestión de potencia. Siempre la hemos tenido. Lo que más te permite llegar a estos límites es el paquete completo: la aerodinámica que te mantiene en el suelo, la electrónica, el chasis... Cuando vas tan rápido en la recta es algo genial, incluso llegando a los 370 km/h los pilotos seríamos igual de felices. Pero la curva llega antes, y cambia la fuerza que tienes que aplicar frenando. Es algo a lo que tienes que acostumbrar".
Cuestionado sobre la posibilidad de ver velocidades máximas superiores a los 362,4 km/h de Johann Zarco en los próximos grandes premios, Pirro cree que "es difícil" afirmarlo ahora, aunque está convencido de que en Mugello, Ducati puede elevar todavía más el listón: "Es difícil decirlo, creo que todavía podemos conseguir más, pero no es fácil. Hemos puesto el listón muy alto, pero llevamos dos años sin ir a Mugello, así que tengo mucha curiosidad. Creo que con esta moto puede pasar algo muy interesante".
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Pirro recuerda que Mugello cuenta con la segunda mayor recta del calendario (la de Austin es la primera con 1.200 metros), aunque su tramo final no facilita las cosas a la hora de intentar buscarle los límites a una máquina de 270 cv: "Sé que las características de la pista son muy diferentes, la recta es más larga, llegas a ella después de salir de Bucine, y luego la frenada de San Donato, que es cuesta abajo. Pero claro, también tienes el cambio de rasante.... lo conozco muy bien", dice Pirro entre risas en referencia al grave accidente que sufrió en San Donato en el año 2018.
"Si piensas en Qatar", prosigue Pirro, "la recta es de poco más de un kilómetro y llegas desde una curva lenta, eso quiere decir que en 800 metros pasas de 80 a 360 km/h. Imagina si tuviéramos 500 metros de aceleración más... Si a estas motos le das espacio, y si alargas los desarrollos y no te preocupas por las curvas, pasarían tranquilamente de los 400 km/h sin problemas", afirma el probador de Borgo Panigale sin titubear.
De hecho, Michele Pirro admite tener mucha curiosidad por saber qué velocidad podría alcanzar la Desmosedici en una recta más amplia que la de un circuito de velocidad: "Si este año hacemos algo importante, le preguntaré a Gigi Dall'Igna si podemos ir a un aeropuerto y recorrer una pista de dos o tres kilómetros a ver hasta qué velocidad llega la Desmo", concluye entre risas el italiano.