 Redacción @todocircuitoweb |
Cuando un piloto de MotoGP firma por un equipo de fábrica, su nómina anual puede ser fija o variable. En el primer caso, piloto y fábrica acuerdan una cantidad determinada a principios de temporada ajena a los resultados cosechados en pista, recibiendo el pago de esa cantidad de forma fraccionada a lo largo de todo el año.
Este tipo de acuerdos suelen ser más rentables para la marca en el caso de tener en sus filas a un piloto ganador, tal y como ocurre con Honda y Marc Márquez. La multinacional japonesa abona un salario fijo anual al piloto de Cervera estimado en 12 millones de euros por temporada, y aunque es posible que Marc reciba algún incentivo por ser campeón, el español ya sabe antes de empezar el curso cuánto dinero se embolsará ese año por parte de su fábrica.
Otras marcas, sin embargo, optan por otra fórmula distinta: la de ofrecer un salario base al que posteriormente van sumando incentivos si consigue poles, podios, victorias y, por supuesto, la firma de un título. El año pasado, por ejemplo, Ducati reconoció que la gran primera mitad de temporada protagonizada por Álvaro Bautista con el equipo oficial Aruba.it supuso un desembolso importante en concepto de primas.
El español cosechó un total de 16 victorias a lo largo de 2019 a los mandos de su Panigale V4 R, y de acuerdo a diversos medios italianos, Ducati le había prometido 200.000 euros por cada triunfo, lo que se traduce en un generoso bonus de más de tres millones de euros. Y es que, siendo un proyecto nuevo tanto para el piloto como para la moto, ni en Borgo Panigale se esperaban que el talaverano arrasara de aquel modo.
Ducati atravesó una situación parecida en 2017 con Andrea Dovizioso. El de Forli todavía tenía por aquel entonces un contrato 'discreto' con la fábrica italiana a nivel de sueldo base, aunque las cláusulas de su acuerdo contemplaban una serie de sustanciosas primas por victoria y podio.
Antes de aquella temporada, Dovizioso sólo había conquistado una victoria a los mandos de la Desmosedici, pero en aquel año el italiano se aseguró seis victorias (y otras cuatro en 2018) que le permitieron alcanzar el subcampeonato del mundo y engordar sustancialmente sus ahorros, una situación que Ducati solventó en 2018 renovando al de Forli con un acuerdo que reducía notablemente sus bonus por victoria y posición en el campeonato a la vez que elevaba por encima de los seis millones de euros su fijo anual.
Durante estos días, con motivo del merecido título de MotoGP que Joan Mir ha conquistado en Valencia, se ha hablado mucho de lo que cobra actualmente el balear, cuyo acuerdo con Suzuki es más o menos similar al que tenía Dovizioso antes de 2018, es decir, un sueldo base relativamente bajo que el #36 podía maquillar con buenos resultados en pista... y vaya si lo ha conseguido.
Ni Suzuki ni la parte que representa al piloto de Palma de Mallorca han querido dar cifras concretas sobre los beneficios que Joan ha acumulado este año gracias a sus siete podios (uno de ellos con victoria) y especialmente la consecución del título en Valencia, un objetivo que también aparecía reflejado en su acuerdo con los de Hamamatsu y que, a buen seguro, le ha reportado unas ganancias más que generosas.
Según relató el representante de Mir, Paco Sánchez, a Motorsport.com, el vigente campeón de MotoGP "pasa a ser uno de los cuatro pilotos de la parrilla mejor pagados" gracias a las primas por objetivos que el mánager acordó con Suzuki en la última renovación del contrato de Joan, lo que situaría a Mir por encima de la barrera de los cinco millones de euros anuales según diversas estimaciones.
A pesar de este vertiginoso salto salarial, el representante del piloto balear asegura que Joan "es muy discreto" y le define como una persona que "huye de las excentricidades que sí se ven en otros", poniendo el ejemplo de los vehículos que Mir guarda con discreción en su garaje, un Audi RS6 y un Ford Raptor, y que nunca muestra en redes sociales porque "no es de esos a quienes les gusta enseñarlos" dice Paco Sánchez.
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A sus 23 años, Joan Mir ha trasladado su madurez personal a su pilotaje a pesar de que todavía está acabando su segundo año en MotoGP. Su representante asegura que su casa en Andorra ya está pagada, y detalla la forma en la que el piloto balear administra sus finanzas pensando en el futuro: "El 60% de lo que percibe lo invierte en propiedades, el 20% lo tiene en el banco y el otro 20% lo disfruta", concluye Sánchez.
