Redacción Una vez más -y ya van seis este año-, Maverick Viñales ha vuelto a desaparecer en carrera. A pesar de arrancar en segunda línea en el Gran Premio de Teruel, el piloto de Yamaha no fue capaz de aprovechar su cuarta posición en parrilla y vuelta a vuelta fue cediendo posiciones ante rivales como Joan Mir, Alex Márquez, Pol Espargaró y Miguel Oliveira hasta firmar una discreta séptima posición en Alcañiz, a 14 segundos del ganador de la prueba, el piloto satélite de Yamaha Franco Morbidelli.
Viñales, que apostó por los compuestos blandos de Michelin delante y detrás -Morbidelli salió con los medios- fue bajando su ritmo de forma estrepitosa en la última parte de la carrera hasta llegar a tiempos de 1'50 mientras la cabeza de carrera rodaba casi un segundo por vuelta más rápido, dejando en evidencia los graves problemas del piloto de Roses en esta pista.
Tras la carrera, Viñales confesó con tono serio y cara de preocupación no tener ninguna explicación de lo ocurrido hoy en Aragón: "Sin explicación la verdad. Difícil de entender, influye mucho la dinámica de Yamaha, así que... para más información, pregunta a Yamaha. Yo no puedo dar ninguna explicación, hago todo exactamente igual a ayer", lamentaba el catalán en declaraciones de a DAZN.
Según Maverick, ni siquiera en Yamaha le han podido explicar a qué se han debido sus problemas de hoy, y se queda con lo único positivo del domingo, y es haber acabado justo por delante de Fabio Quartararo: "No me han dado ninguna explicación... poco grip en los neumáticos, esa es la sensación que he tenido. También hoy saliendo cuarto era muy arriesgado poner el medio, hemos acabado delante de la persona que lleva la misma moto que yo, así que... no mucho más que decir".
El piloto de Yamaha ha puesto de ejemplo su ritmo en el tramo final de la carrera para constatar que algo no iba bien hoy en el setting de su M1: "He hecho varias vueltas en 1'50. Durante todo el fin de semana ni entrando en boxes hacía 1'50, así que eso es lo realmente difícil, pero es lo que hay. A seguir apretando y trabajando".
"Ha sido peor que el fin de semana anterior", prosigue Maverick, "así que es difícil. El finde anterior la moto funcionaba bien, y este se ha perdido el rumbo. Hemos hecho errores en varios puntos y eso nos ha costado perder posiciones, pero realmente ver que te van pasando como si nada es difícil".
A pesar de que este séptimo puesto no le aleja demasiado de la lucha por el título -es tercero en la general con 19 puntos menos que Joan Mir-, Maverick dice tener poca motivación en este mismo: "Motivación poca la verdad. No sé. Cuando vaya bien la moto, apretaré. Yo intento dar lo mejor como piloto, pero acaba siendo frustrante cuando trabajas bien todo el fin de semana, cuando hay grip puedes hacer cosas, pero cuando no hay es complicado. No quiero quejarme mucho más, a por la siguiente".
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Por último, a la pregunta de si el foco del problema se sitúa en Yamaha Japón o en los técnicos que trabajan con él dentro de su box, Maverick ofrece una respuesta contundente: "Mi parte del box está trabajando, está dando el máximo, si la moto no va, no va. No podemos hacer nada más", concluye el español.
