Cuando hace mal tiempo y se va a viajar en coche resulta fundamental ser precavidos. Así, hay que adelantarse a los acontecimientos, previendo los fenómenos meteorológicos a los que nos podemos enfrentar y tener a punto el coche para ellos. Y una vez al volante, adoptar las pautas de conducción más idóneas en función de si llueve, nieva o hace viento.
¿Cómo prepararnos para conducir con mal tiempo?
• El óptimo estado del vehículo es un requisito primordial para hacer cualquier trayecto en condiciones atmosféricas difíciles, por ello antes de ponerse en marcha resulta conveniente revisar el buen estado de elementos como la batería, los neumáticos, la iluminación o los limpiaparabrisas. Asimismo, hay que tomar precauciones como tener los móviles cargados, o llevar agua y algo de comida por si, por cualquier circunstancia, el vehículo no puede seguir su marcha.
• Otro aspecto que todo conductor debería tener en cuenta antes de iniciar un viaje es el estado de su póliza de seguros. Por un lado, comprobar que el seguro está en vigor y, por otro, que se dispone de la cobertura óptima ante cualquier imprevisto.
Empresas como doppo, conscientes de la importancia de contar con un buen seguro que garantice la asistencia en carretera ante cualquier percance, ponen a disposición de sus clientes diferentes modalidades de coberturas para que la tranquilidad en carretera esté garantizada. El seguro a todo riesgo de doppo es una excelente opción para todo aquel que quiera la cobertura máxima para su vehículo. Además, los clientes de doppo también pueden personalizar su cobertura de asistencia en carretera para contar con un coche de sustitución.
• Por último, pero no menos importante, es muy recomendable consultar la predicción del tiempo antes de iniciar cualquier ruta. Si bien es bueno estar asegurados, lo es aún más no exponerse a riesgos innecesarios.
Una vez al volante, se hace imprescindible adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas. ¡Veamos algunos trucos para conducir con viento, lluvia, hielo y nieve!
Cómo conducir seguro con viento
Para poder conducir seguro con viento es muy importante reducir la velocidad para lidiar sin complicaciones con el viento racheado.
Igualmente, hay que procurar conducir por el centro del carril y tener especial precaución al realizar adelantamientos a vehículos de gran tamaño.
Conducir seguro con lluvia
Cuando encontramos precipitaciones durante nuestro trayecto en coche, resulta esencial ir a una velocidad reducida, aumentar la distancia de seguridad y tener activas las luces de cruce. Asimismo, hay que procurar hacer una conducción suave, evitando golpes bruscos o frenazos.
Con todo, el peligro más recurrente al conducir con lluvia es el temido efecto 'aquaplaning' al cruzar acumulaciones muy grandes de agua. Para evitar perder el control es fundamental, por un lado, mantener la calma y, por otro sujetar con fuerza el volante e ir aminorando suavemente la velocidad.
Conducción con nieve o hielo
De todos los agentes atmosféricos, los que más dificultan una conducción segura son la nieve y el hielo. En primer lugar, si no se tienen los neumáticos adecuados (los expertos recomiendan contar con neumáticos híbridos válidos para cualquier época del año), es imprescindible el uso de cadenas. Es más, las cadenas pueden ser obligatorias en algunos tramos, sobre todo, en puertos de montaña pero deben quitarse una vez la carretera no tenga nieve ya que pueden dañar los neumáticos, el pavimento y nos dificulta la conducción en velocidades más altas.
Un truco muy efectivo para conducir con cadenas es seguir el trazo del neumático de los vehículos precedentes. En cuanto a las marchas, hay que usar las más largas y procurar no hacer cambios bruscos. Igualmente, se aconseja circular a baja velocidad y guardar la distancia de seguridad con el resto de vehículos.
