 Redacción @todocircuitoweb |
Yamaha no ha tenido más remedio que reunirse con el resto de fábricas del Mundial de MotoGP para solicitar de un modo formal la apertura de su motor 2020 con el objetivo de solucionar los problemas de fiabilidad que la fábrica de Iwata viene arrastrando desde la cita inaugural de Jerez.
De acuerdo a la información publicada hoy por Motorsport.com, Lin Jarvis se sentó a la mesa este pasado jueves junto a los máximos responsables de Honda, Suzuki, Aprilia, Ducati y KTM para solicitarles la apertura de su motor alegando motivos de seguridad, ya que la rotura de un propulsor en plena carrera -como le sucedió a Valentino Rossi y Franco Morbidelli en Jerez- puede entrañar riesgos para sus pilotos y el resto de rivales con los que comparten pista.
Después de varias semanas de análisis exhaustivos en Japón -donde Yamaha envió el motor roto de Valentino y otro usado por Maverick-, y teniendo en cuenta que los ingenieros de Iwata han tenido que usar micro-cámaras y diversos artilugios para explorar el interior de los propulsores sin abrirlos, Yamaha parece tener claro que el origen de sus dolores de cabeza estaría en el tren de válvulas del motor de la M1 2020, y no en un sensor ubicado en la salida de gases tal y como se publicó en un principio.
Ahora la pelota está en el tejado del resto de fábricas. Sólo una decisión unánime a favor de Yamaha permitiría a los de Iwata solucionar este problema que, en sólo tres carreras, ya ha obligado a Franco Morbidelli y Maverick Viñales a montar los cinco motores que, como máximo, pueden utilizar este año. Tanto Franco como Maverick, además de Rossi, ya han dicho adiós a uno de estos motores, de modo que tendrán que gestionar los cuatro restantes de aquí a Portimao.
Fabio Quartararo es el que menos problemas está teniendo este año. El líder del campeonato ya ha abierto cuatro de sus motores, y todavía tiene uno sin estrenar, de modo que puede respirar algo más aliviado que sus compañeros de marca al tener todavía cinco comodines antes del desastre.
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Contando con este fin de semana en Austria, los pilotos de MotoGP todavía tienen por delante un total de 11 carreras por delante. Si alguno de ellos necesita un sexto motor adicional, estaría obligado a salir desde el pitlane en la carrera del Gran Premio en el que monte por primera vez ese propulsor extra.
