![]() @todocircuitoweb |
Los días pasan para Jorge Lorenzo encerrado en el lujoso Hotel Paramount de Dubái, emirato al que viajó el piloto de Yamaha hace ahora casi tres semanas para llevar a cabo una serie de acciones comerciales y donde no ha tenido más remedio que permanecer desde entonces por culpa de la pandemia de Coronavirus que ha paralizado la mayoría de aeropuertos internacionales.
Desde la habitación de su hotel, donde Jorge ha conseguido una bicicleta estática para hacer algo de ejercicio, el #99 ha explicado para Radio MARCA cómo está viviendo estos días de confinamiento: "Desde mi ventana se ve el tráfico pero algunos coches hay. La gente está en casa pero no es tan fuerte como en Italia y España. Estoy acostumbrado a estar bastante en casa, pero evidentemente nunca había pasado esto. No es fácil pero te mentalizas, piensas en positivo, aprovechas el tiempo al máximo y he creado una challenge para que la gente haga ejercicio".
Cuando toda esta pesadille termine, Lorenzo espera volver a su nueva vida de piloto retirado, una nueva etapa personal que poco tiene que ver con los compromisos y el ajetreado ritmo de vida de un piloto en activo: "La vida de un piloto es intensa, en el sentido positivo. Cuando ganas te sientes el rey del mundo por unas horas pero también tiene su lado negativo, que es la presión de cada día de nuestras vidas, y yo lo he pasado 18 años, que soy muy perfeccionista. Eso ya no lo vivo, ahora absorbo lo positivo de ser piloto, llevar una MotoGP sin presión, solo con mis mecánicos, y luego tengo el 90% del tiempo al año para hacer lo que realmente me apetece".
Lorenzo insiste en que el hecho de participar en alguna carrera como wildcard no implica que le vuelva a entrar el gusanillo de correr otra temporada completa: "No tiene nada que ver luchar por un campeonato del mundo que ser piloto probador. Me encanta leer, ver series, aprender de ellas, de los diálogos... y luego tengo cosas menos comunes como una colección de cascos y monos de campeones de Fórmula 1 y MotoGP, colecciono Ferraris, Pagani y Lamborgini... y me encanta viajar y comer bien".
De hecho, ahora sólo se sube a una moto cuando Yamaha le llama para realizar un test: "No tengo moto porque no sé si sabría ir lento, nunca he ido lento en moto. Me saqué el carnet a los 23 años porque fui campeón del Mundo de 250 y de MotoGP sin carnet".
Preguntado por los motivos que le llevaron a colgar las botas en Valencia, Jorge niega que el miedo a pilotar tuviera algo que ver en su decisión: "¿Quién dijo que yo tenía miedo a ir en moto?, dije que me había hecho daño. Siempre he tenido mucho respeto a las motos, pero de ahí a tener miedo hay un trecho. La moto no me daba mucha confianza y no me dio tiempo a cambiarla. Con 32 años las circunstancias me llevaron a tomar esa decisión".
Leer también: Rossi cumple el sueño de la fan de 102 años que sobrevivió al coronavirus
El tricampeón de MotoGP no esconde que echará en falta ciertos sentimientos en su vida diaria, pero insiste en que su decisión de no seguir corriendo más es definitiva: "Siempre echaré de menos la sensación de ganar y de competir y sentirse muy eufórico, pero la parte negativa no la tengo... a veces no puedes tener todo en la vida. Que nadie crea que voy a hacer una carrera increíble en Montmeló. Estoy muy lejos de plantearme volver a las carreras".