
Tras anunciar su salida temporal del Mundial de Motogp, Suzuki tenía la espinita clavada de no poder haberse despedido de sus fans más incondicionales. Por esta razón, la marca japonesa organizó un evento especial en pleno centro de Tokyo, muy cerca de la sede de Toyota.
Allí, el incombustible Nobuatsu Aoki deleitó a los miles de asistentes con caballitos y quemadas de rueda con la Suzuki GSV-R que Alvaro Bautista ha estado pilotando esta última temporada.
Ahora tendremos que esperar cerca de tres años, hasta 2014, para poder ver de nuevo a las máquinas de Hamamatsu en la máxima categoría del mundial de velocidad.
Fuente de la noticia: www.bikeracing.it