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El mercado de motos deportivas de baja cilindrada ha evolucionado durante las dos últimas décadas adaptándose a los continuos cambios en materia anticontaminación que se han ido produciendo en la Unión Europea.
Euro3, Euro4, Euro5... los organismos europeos no dejan de endurecer sus exigencias a la hora de homologar modelos que se puedan comercializar en nuestro continente, y eso ha obligado a los fabricantes a suavizar el carácter de sus deportivas de baja cilindrada introdudiendo motores de cuatro tiempos de uno y dos cilindros con más cilindrada y una capacidad de giro que está a años de luz de las ligeras deportivas de dos tiempos y de las codiciadas superbikes japonesas de 250 cc y cuatro tiempos que dominaban el mercado en la década de los 90, motos que eran capaces de superar las 15.000 rpm. hasta alcanzar los 50 cv de potencia.
A día de hoy, marcas como Kawasaki ofrecen deportivas asequibles para motoristas noveles poseedores del A2 que buscan un vehículo con un look racing acompañado de una ergonomía amable con el piloto. Un ejemplo lo encontramos en la Ninja 400, que monta un propulsor de dos cilindros en paralelo con 399 cc capaz de entregar 45 cv de potencia a 10.000 rpm. con un peso de 168 kilos en orden de marcha.
Si nos remontamos a la década de los 90, la marca de Akashi ya ofrecía un producto similar pero mucho más orientado al motorista racing: la ZXR 250, con un motor de 250 cc y cuatro cilindros que alcanzaba los 49 cv de potencia girando a un máximo de 16.000 rpm. para mover un peso total que se situaba por debajo de los 160 kilos con todos los líquidos. Sobre el papel, cualquiera diría que el segmento del cuarto de litro -ahora de 400 cc- ha dado un paso atrás en términos de rendimiento y sensaciones.
Y Kawasaki parece tener la firme intención de poner remedio a este retroceso. Según varias publicaciones asiáticas, la fábrica japonesa está ultimando el desarrollo de una ZX-25R que empleará una configuración de cuatro cilindros en línea similar a la vista en la ZXR 250 de los 90. Será una deportiva sin compromisos, con una parte ciclo superior a la Ninja 400 -pinzas radiales, horquilla invertida regulable, etc.- con una potencia que se moverá entre los 45 y los 50 cv ( no se descartan 47 cv para rozar el límite del A2).
Otro rumor que cada vez cobra más fuerza es la posibilidad de que Kawasaki implemente algún tipo de compresor volumétrico similar al ya visto en la H2 para facilitar la homologación de este modelo en Europa, donde parece difícil -por no decir imposible- que un modelo de 250 cc y cuatro cilindros cumpla con las exigencias de la Euro5 si pretende girar más allá de las 15.000 rpm. y rozar la barrera de los 50 cv.
Con un compresor, este nuevo motor tetracilíndrico no estaría obligado a elevar su régimen de giro de forma exagerada para alcanzar su pico de potencia, y seguiría ofreciendo una aceleración superior a la de la Ninja 400, además de mejores recuperaciones, sonido y sensaciones.
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¿El inconveniente? Lógicamente, el precio. Una moto de 250 cc, con cuatro cilindros, sobrealimentación y una parte ciclo de primer nivel costaría bastante más que los 6.385 euros que tiene la Ninja 400 de precio de tarifa. Si de verdad se está cociendo algo en Akashi, es muy posible que veamos su presentación oficial o al menos una delanto en el Tokyo Motor Show que se celebrará el próximo mes de octubre.