![]() @todocircuitoweb | Google+ |
Jonathan Rea puede haber perdido este año su último tren con destino a MotoGP. El tetracampeón del WSBK firmó el pasado mes de junio una extensión por dos temporadas más junto a su equipo actual, el Kawasaki Racing Team, prolongando su permanencia en el Mundial de Superbikes hasta finales del año 2020.
Aunque Rea está muy cómodo en este campeonato, el piloto de Larne no ocultó hace unos meses que su objetivo de cara a 2019 pasaba por subir a MotoGP, pero siempre bajo una condición: ser piloto de fábrica y contar con un prototipo que le ofreciera ciertas garantías para luchar por posiciones de podio.
A día de hoy, sólo hay cuatro fábricas en MotoGP que puedan ofrecerla a Rea lo que pide: Honda, Ducati, Suzuki y Yamaha. En Iwata, tanto Viñales como Valentino Rossi renovaron sus respectivos contratos antes del inicio del curso escolar, lo que dejaba a Rea sin opciones de subirse a una M1.
Sin embargo, el norirlandés todavía tenía la posibilidad de correr para Honda, Suzuki e incluso Ducati, que llegó a sentarse a la mesa con el representante de Rea, Chuck Aksland, para ver la posibilidad de verse vestido de rojo en 2019. Así lo ha confirmado Davide Tardozzi, responsable deportivo de Ducati Corse, a Corsedimoto.com: "El momento más destacado fue el fin de semana de Le mans. El representante de Rea habló con varios equipos, pero sólo oficiales. A Jonathan no le venía bien un asiento en unequipo satélite, apuntaba algo mejor", comenta Tardozzi.
"Rea se ofreció a nosotros, también a Honda HRC, pero creo que él tenía la esperanza depositada en Suzuki", apuntan desde Ducati, confirmando además que Rea tuvo la posibilidad de ponerse a los mandos de una Ducati satélite, una propuesta que el tetracampeón del WSBK rechazó por dos motivos. El primero, por el hecho de no contar con apoyo de fábrica para estar entre los mejores, y segundo por temas económicos.
En el Mundial de Superbikes, Jonathan Rea goza de unos ingresos anuales estimados que se mueven entre los dos y los tres millones de euros gracias a su contrato de fábrica con Kawasaki, a los generosos bonus que se apunta cada temporada con sus victorias y títulos y a la inyección económica que consigue de sus patrocinadores personales. En el caso de correr en MotoGP con un equipo satélite, gran parte de esos ingresos se perderían por el camino y el status económico de Jonathan Rea cambiaría radicalmente.
Leer también: Jonathan Rea pulveriza el récord de Jerez y Bautista da otro paso adelante
Chuck Aksland, su representante, tenía la orden clara por parte de Rea de negociar únicamente con fábricas. Un condicionante que jugó en contra del propio piloto de Larne, que a sus 31 años, tal y como recuerda Tardozzi, ya es demasiado mayor para que una fábrica como Suzuki o Ducati depositen sus esperanzas en él, lo que supondría perder la oportunidad de apoyar a una joven promesa (Mir con Suzuki y Bagania con Ducati) con vistas a un futuro a largo plazo.
"El problema es que tiene 31 años", comenta Davide Tardozzi "y es una edad decisivamente avanzada para MotoGP. El otro problema que tenía Rea es que en MotoGP cada uno tiene su propia estrategia, ya tienen puestos los ojos en los jovenes más talentosos de las categorías inferiores. Todas las fábricas tienen a gente como Pecco Bagnaia, es decir, jóvenes en quienes invertir con la idea de que, algún día, puedan convertirse en fenómenos", finaliza el mandamás deportivo de Ducati Corse.