Foto: Francisco Fraile Martín
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Acostumbrado a ser uno de los pilotos que más vueltas completan a lo largo de una jornada de test, Marc Márquez ha finalizado la primera jornada de entrenamientos IRTA en Valencia con un discreto registro de 25 vueltas acumuladas a lo largo del día, prácticamente la mitad de giros que otros pilotos como Stefan Bradl (51) o Joan Mir, que se ha metido una auténtica paliza en el cuerpo con 59 vueltas.
El motivo era evidente: el hombro izquierdo de Marc no está para muchas alegrías, y tanto él como el equipo han planificado una estregia de tandas cortas para probar las novedades más impotantes de Honda, a la espera de que Marc pase por quirófano el próximo 6 de diciembre en Barcelona para solucionar este problema físico.
"El hombro me ha molestado un poco", reconocía Márquez tras acabar segundo en este arranque de test en Valencia, separado de Maverick Viñales por sólo tres décimas. "Lo quieras o no, después de las caídas de este fin de semana molesta. Ya se ha visto que soy uno de los pilotos que más vueltas da en pista pero en esta ocasión soy de los que menos han dado"
A Márquez se le ha acumulado hoy el trabajo en las tres horas y media de pista seca que han disfrutado los pilotos de MotoGP. Primero ha completado una tanda con la moto del pasado domingo, y después ha empezado a trabajar con dos prototipos distintos del 2019 vestidos con careandos de fibra de carbono. Con uno dellos establecía su mejor vuelta personal en su 21º giro.
"Por desgracia no hemos podido probar todo", lamentó el de Cervera, "por la mañana estaba medio mojado y por la tarde se ha puesto a llover, sólo hemos dado 25 vueltas, pero hemos probado tres motos: la actual, una diferente con otras especificaciones [2019] y otra que era ligeramente distinta".
"Ha sido positivo", valora Marc preguntado por las sensaciones que le ha transmitido el modelo 2019. "La mayor parte del día he estado rodando con las motos nuevas, todavía hay mucho trabajo que hacer pero estamos en el camino. Mañana seguiremos con el mismo plan, probar las motos nuevas, todavía tenemos que probar algunas cosas y comprobar el equilibrio de la moto porque se han introducido pequeñas modificaciones en el chasis, y a parte de eso hay que inentar entenderlo todo. La pretemporada acaba de empezar, todo es nuevo, así que paso a paso".
Preguntado por las diferencias que ha notado respecto a la RC213V 2018, Márquez cree que los japoneses "han cambiado algunas cosas en el motor para intentar ganar más potencia e intentar que sea más dócil en la entrega", y nota que la moto ha ganado "en velocidad punta, un poco en la potencia, un poco en la aceleración".
Márquez todavía tiene otra jornada de trabajo mañana en la que se espera buen tiempo. Su objetivo, además de cumplir con el programa de trabajo de Honda, pasa por "hacer que el neumático delantero trabaje en otra dirección, un poco diferente", y para ello Honda a montado un chasis nuevo "con una especificación un poco diferente".
Preguntado por el debut de Jorge Lorenzo al otro lado del box del Repsol Honda, Márquez dice no haber hablado con él hasta el momento, y prefiere "no hacer valoraciones" respecto al 18º puesto logrado por el mallorquín "porque nada más se ha rodado dos horas. Lógicamente, coges la moto nueva y es todo nuevo: el manillar, la posición en la moto, todo es diferente a la Ducati".
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Márquez recuerda que la Honda "es más pequeña" que la GP18 que ha pilotado Lorenzo durante este último año, y además avisa de que "las estadísticas dicen que cuando un piloto coge por primera vez la Honda siempre le cuesta un poco más", y pone de ejemplo lo ocurrido hoy con Franco Morbidelli, que hoy ha sido sexto con la nueva Yamaha satélite del equipo Petronas: "Al revés les cuesta un poco menos, mira Morbidelli que viene de una Honda, coge la Yamaha y enseguida está ahí delante, esa moto mal del todo no debe ir".