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Poco más de 24 horas ha durado la primera crisis interna dentro de la futura pareja del equipo Repsol Honda. Después de toda la polémica que se originó este pasado domingo a raíz de la caída de Jorge Lorenzo en la primera curva de Motorland en el inicio del Gran Premio de Aragón, Marc Márquez ha dado el paso que le pedía Lorenzo y se ha puesto en contacto con el mallorquín vía telefónica.
El propio Jorge confirmó ayer, a través de las redes sociales, haber recibido una llamada del #93 para preguntar por el estado de su pie derecho, que acabó con una luxación en el dedo gordo y una fractura en el segundo metacarpo como consecuencia de la caída. "Quiero comunicaros que esta tarde he recibido una llamada de Márquez interesándose por mi estado, cosa que le honra", tuiteaba el Lorenzo a última hora del lunes.
Esta misma mañana, Márquez daba por finalizada la polémica con su futuro compañero de equipo a través de otro mensaje en las redes sociales enviado de forma directa y pública a Lorenzo: "Recupérate pronto, ¡nos vemos en Tailandia!", escribía el de Cervera en respuesta a un mensaje previo escrito por Lorenzo.
Recupérate pronto💪🏼 Nos vemos en Thailandia!!! https://t.co/dk8ygSqbQV
— Marc Márquez (@marcmarquez93) 25 de septiembre de 2018
La paz entre Lorenzo y Márquez es una buena noticia para Alberto Puig, la persona que, en 2019, tendrá que lidiar con los conflictos que puedan surgir entre dos de los mejores pilotos de la historia del motociclismo.
El team manager del Repsol Honda aseguró el domingo "no estar muy preocupado" por lo que había ocurrido entre sus dos futuros pilotos, aunque reconocía que le "sabía mal" la lesión de Lorenzo: "No me preocupa mucho, sinceramente. Lo único que sabe mal es que Jorge se hiciera daño. Lo otro… Todo el mundo sabe que la primera curva de Aragón es un embudo. Si te vas un poco fuera de la trazada, que puede pasar, porque todo el mundo se mete a tope, y vas por fuera y no aguantas un poco el gas, esto puede pasar", declaro Puig al Diario AS.
Y es que el propio Valentino Rossi ya lo dijo el domingo por la tarde en Aragón: "Cuando fichas a dos super pilotos es normal tener que gestionar la relación entre ellos, es el precio a pagar". Un precio que Puig de momento no conoce, pero del cual ya ha tenido un adelanto en estas últimas 48 horas.