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La de Aragón será la penúltima carrera que Jorge Lorenzo disputará en suelo europeo a los mandos de su Ducati. Después vendrán las citas de Tailandia, Japón, Australia y Malasia antes de regresar de nuevo a Europa, donde el #99 correrá su último gran premio vestido de ducatista delante de su afición en el Circuito de Cheste.
Seis carreras en las que Lorenzo tratará de ampliar las tres victorias que este año ya ha conseguido a los mandos de su Desmosedici GP18, una moto con la que ha mantenido una relación de amor-odio y con la que parece haber encontrado ese feeling que necesitaba para poder aspirar a luchar por el título mundial.
De hecho, en una entrevista ofrecia a La Gazzetta dello Sport, Lorenzo asegura que la Ducati es ahora mismo la mejor moto de la parrilla: "Estamos viviendo un momento mágico, probablemente tenemos la moto más fuerte, Honda no está muy lejos, pero por primera vez Ducati está en lo alto en el 95% de los circuitos, puedes ganar casi en cualquier lugar".
Lorenzo recuerda que este momento dulce que atraviesa Ducati no se producía desde el año 2007, cuando Casey Stoner ganó un total de 10 carreras con la fábrica italiana, logrando el primer título de MotoGP en la historia de Ducati: "Es algo que nunca había sucedido, excepto el año 'extraño' de Casey, que tenía 30-40 caballos más que las otras motos y la ventaja de Bridgestone. La historia terminará en seis carreras, pero no lo pienso, quiero ganar tanto como sea posible y disfrutar de estos momentos".
Jorge Lorenzo llegó a Ducati a finales de 2016, despidiéndose de una larga y fructífera relación con Yamaha que había dado lugar a tres títulos mundiales. ¿Se arrepiente el #99 en algún momento de su decisión de abandonar la fábrica de Iwata? "La vida está hecha de decisiones y a veces se puede tener una mala o equivocada", responde el balear. "Es difícil. Le pasa a todo el mundo. Venir a Ducati fue como cambiar de categoría: una diferencia enorme, un cambio subestimado entre ambos. Ducati pensaba que había traido a un piloto tricampeón del mundo que tenía que ganar el mundial en su primer año, algo que sólo consiguió Stoner. Yo pensaba que hacer algo así era casi imposible, pero pensaba que iba a sufrir menos".
A pesar de que el primer año y medio con Ducati ha sido duro, Lorenzo dio un golpe de efecto en Mugello ganando su primera carrera con Ducati. Después llegarón más victorias (Catalunya y Austria) y otro segundo puesto (Brno), además de tres poles que demuestran la buena sintonía de Jorge con la GP18. Sin embargo, antes de que todo esto sucediera, Ducati ya le había negado la posibilidad de seguir con ellos en 2019.
Así lo explica Lorenzo: "Ducati ha preferido pensar así: 'Tenemos a Dovizioso que lo está haciendo mejor que Lorenzo y es italiano. Y tenemos a Petrucci y Miller que están siendo casi igual de fuertes que Jorge ganando 10 ó 15 veces menos'. Ducati no creyó en las palabras que le dije a Gigi y Domenicali, que me faltaba poco, casi nada, como ya apuntó Pirro. Me faltaba esa pequeña pieza que físicamente me hizo ser más rápido durante toda la carrera. Debían haber pensado que tenían a un tricampeón del mundo y tratar de darme lo que necesitaba. En lugar de eso pensaron en aumentar el salario de Dovizioso, que estaba ganando algunas carreras, y traer a un piloto fuerte que costaba menos", comenta Lorenzo en relación al fichaje de Danilo Petrucci por el equipo de fábrica.
Lorenzo se marchará en 2019 a Honda dejando en Ducati a muchos amigos, entre ellos Gigi Dall'Igna, uno de los hombres fuertes dentro de Ducati que apostaba por la continuidad de Jorge: "Gigi es un genio para mí, y no se detendrá hasta ganar el título mundial. Su problema es que el próximo año los dos mejores pilotos del mundial estaremos en un equipo muy fuerte, pero es muy terco, al igual que yo. Ha hecho una moto que mejorará. No puedo decir nada negativo sobre Gigi, siempre me apoyó y creo que él quería que yo me quedara".
Durante su entrevista con La Gazzetta, Lorenzo también habla de su relación con Dovizioso y de las diferencias de carácter entre el piloto de Ducati y Valentino Rossi, un hombre al que Lorenzo también conoce muy bien: "Vale es una persona muy inteligente. Dovi también lo eso, pero de otro modo. Rossi tiene una habilidad natural para ser sociable, Dovi sabe cómo usar bien sus palabras. Mantener una relación es díficil a un nivel similar. Yo siempre he intentado ser respetuoso con Andrea. Cuando él gana y yo sufro, estoy contento por el equipo. Voy al podio porque estoy contento de al menos él consiga algo positivo. La relación se ha deteriorado cuando he visto que él no tiene la misma actitud hacia mí".
De un compañero al que dirá adiós a otro que le dará la bienvenida en 2019: Marc Márquez. Para Lorenzo, el de Cervera "será un compañero muy duro, voy allí [a Honda] a trabajar y ganármelo todo. Tengo mucho que aprender, la adaptación no será fácil. Espero que no sea otro cambio de categoría, pero seguro que habría tenido menos dificultades de haberme quedado aquí un tercer año. Ahora tendré que comenzar de cero".