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El #AustrianGP acogió uno de los duelos más importantes en la historia de MotoGP. Marc Márquez y Jorge Lorenzo pusieron sobre la mesa los once títulos mundialistas que acumulan entre los dos para ofrecer un duelo con muchas connotaciones: sus estilos de pilotaje son antagónicos, ambos pelean por ser el mejor piloto español de la categoría reina y serán compañeros de equipo el año que viene. Una batalla de orgullo que podría repetirse este mismo fin de semana en Silverstone, una pista en la que ambos sentaron las bases de su rivalidad hace casi un lustro.
En 2013, Márquez afrontaba la cita de Gran Bretaña con 44 puntos de ventaja. Había ganado las cuatro carreras anteriores (Alemania, Laguna Seca, Indianapolis, Brno) y Lorenzo quería cortar la racha ganadora de su rival para tener opciones de pelear por el título hasta Valencia, como ocurrió finalmente.
Lo que se preveía como una batalla a tres bandas en la que Dani Pedrosa tenía mucho que decir, acabó siendo un duelo de última vuelta. De últimos metros, incluso. Al iniciarse el giro final de la carrera, Lorenzo lideraba la carrera con unas décimas de ventaja, pero Márquez consiguió llegar a su rueda cuando solo restaban dos curvas para que ondeara la bandera a cuadros y lo intentó con todo. Por donde casi no había hueco. Consiguió adelantarle, pero el #99 tiró de experiencia y le devolvió la jugada en un cambio de dirección para imponerse justo antes de entrar a meta.
Al año siguiente, el piloto del Repsol Honda Team demostró que había aprendido la lección. Tras ganar las diez primeras carreras del año de forma consecutiva, Pedrosa se había adjudicado el triunfo en la República Checa y, sobre el asfalto británico, el #93 batió a Lorenzo para volver a lo más alto del podio y sumar su undécimo triunfo en doce carreras.
La batalla fue muy intensa, pero no llegó a la última vuelta: a falta de tres giros para el final, Márquez lanzó su ataque y el mallorquín resistió durante un par de curvas, pero no fue capaz de responder al cambio de ritmo del corredor de HRC, que se escapó y cruzó la meta con comodidad.
Cuatro años después, la afición espera un nuevo episodio en la rivalidad Márquez-Lorenzo. En la rivalidad Honda-Ducati. Sin embargo, hay que tener en cuenta que han cambiado los neumáticos, que ambos utilizan motos muy distintas a las que llevaban en esos dos míticos duelos de Silverstone y que el tiempo del Reino Unido es muy cambiante. La previsión asegura que el domingo, a la hora de la carrera, habrá lluvia. Un buen show siempre tiene giros inesperados.