 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Marc Márquez cumplía hoy su centenario de carreras en MotoGP, y aunque el piloto de Cervera aspiraba a celebrar este hito con una victoria, se ha conformado con un tercer puesto por detrás de las dos Ducati de fábrica. El piloto de Cervera ha completado una carrera bastante conservadora, lanzando su ataque final en las últimas dos vueltas, encontrándose con un implacable Jorge Lorenzo que ha defendido la segunda posición del podio con uñas y dientes.
El #93 reconocía tras la carrera que su tercera posición en Brno era un resultado "bueno" pese a que "tenía algo más". "La velocidad estaba pero luchar contra las dos Ducati era muy difícil. Tenían más velocidad y más frenada, esto hacía imposible adelantarles, lo intentaba en las curvas cerradas pero cuando no hay espacio no hay espacio. Ha sido ahí donde lo he intentado gestionar de la mejor manera", decía Marc a los micrófonos de Movistar MotoGP.
"He intentado atacar, pero en las curvas de derechas no me podía defender", lamentaba Márquez, que hoy a montado la opción más dura de Michelin delante y detrás, al igual que los dos pilotos de Ducati. "Tenía el neumático bastante destrozado, normalmente voy con un neumático más duro que ellos, esta vez íbamos con el mismo. Pero oye, hemos incrementado la ventaja en el campeonato, teníamos 46 [puntos de ventaja] y tenemos 49, Dovi aún está a 61 así que estamos 'on the way', en el camino".
Durante la última vuelta, Márquez ha lanzado su ataque en la curva tres de Brno. Sin embargo, Lorenzo le ha devuelto el adelantamiento en la siguiente frenada, y cuando ha intentado volver a meterle la moto en la curva 10, se ha dado cuenta de que estaba más cerca de irse al suelo que de subir al podio, y es entonces cuando ha decidido conformarse con su tercera posición: "Ha sido en la curva 10. Estaba justo detrás de Lorenzo, he intentado frenar igual que él para estar lo más cerca posible, se me ha cerrado de delante y digo 'venga, 16 puntos, ya veremos qué pasa en la siguiente'. Pero contento, no tenemos que olvidar que es un circuito que me cuesta, me cuesta a nivel de pilotaje, tengo que ir super concentrado, me cuesta a a nivel de moto, no es de los mejores, pero hemos estado super cerca de la victoria y esto es lo más destacable".
Hoy el corazón ha vencido a la cabeza de Márquez, que en lugar de limitarse a ver la pelea de las dos Ducati de fábrica, ha decidido meterse en medio para tratar de lograr un mejor resultado, aunque sabía que la victoria estaba realmente cara hoy: "Más corazón que cabeza. A veces hay peleas y batallas que son más de cabeza, más estratégicas, pero sabía que era de corazón, total. Yo estaba por ahí detrás, intentaba estar por el medio un poco, pero hoy no estaba listo para luchar por la victoria".
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Mañana lunes los pilotos de MotoGP completarán un test en Brno, y desde allí viajarán hacia Spielberg para disputar, sin descanso, el próximo Gran Premio de Austria, un escenario que se adataba muy bien a las características de la Ducati. Márquez, sin embargo, cree que la ventaja de las Desmosedici en Austria no será tan grande este año: "Veremos, pero no lo veo más favorable que aquí, porque este año ha cambiado la cosa. Aún seguimos perdiendo [en aceleración], se ha visto hoy, tienen muy buena aceleración, pero hay puntos que hemos seguido mejorando durante el año, y mañana tenemos cositas para probar, así que veremos. Pero no podemos ir con la mentalidad de que son superiores. Son iguales, si ellos lo pueden hacer nosotros también".
