Foto: Manannan Photographics
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En la Isla de Man no se andan con tonterías a la hora de garantizar la seguridad de los miles de visitantes que cada año se ubican a lo largo de los 60 kilómetros del Mountain Course para vivir en directo el TT. Los cientos de marshals que controlan las carreteras tienen un rango de autoridad destacado durante las dos semanas de competición, y cualquier orden suya debe ser aceptada del mismo modo que si se tratase de un agente de policía.
Además de ayudar a los pilotos cuando surge algún tipo de imprevisto, estos voluntarios también son los responsables de evitar que el público se coloque en zonas peligrosas, especialmente en las pocas escapatorias que tiene el Mountain Course.
El pasado lunes, poco antes de las 18:00 de la tarde, la tozudez de un espectador obligó a la organización a retrasar en 20 minutos el inicio de los primeros entrenamientos clasificatorios de Superbike y Superstock. ¿El motivo? James William Ford, un jubilado natural de Bingley, se negó a moverse del sitio que había cogido a la altura de Crosby, justo en una zona prohibida para el público al ser una posible escapatoria en caso de que un piloto entre demasiado colado.
Foto: Manannan Photographics
Ford hizo caso omiso a las órdenes de los marshals, invitándoles a que avisaran a la policía, mofándose además de los comisarios: "No me voy a mover, si vas a mandar a la policía, asegúrate de que son tipos grandes".
Dicho y hecho, los comisarios avisaron a las autoridades y contactaron con la organización del TT para que detuviesen el arranque de los entrenamientos. El espectador finalmente se movió de su sitio y cruzó la carretera cuando vio que el coche de policía se acercaba, siendo detenido instantes después por los agentes que se desplazaron hasta el lugar.
La chulería de James William Ford le costará cuatro semanas de cárcel y la prohibición de entrar a la Isla de Man durante un periodo de cinco años. Desde luego, la forma más estúpida de arruinarse el viaje hasta el TT.