 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Maverick Viñales cerró su participación en el #SpanishGP 2018 desde la 7ª plaza, un resultado mucho mejor de lo que se preveía después de las dificultades vividas en los entrenamientos. El piloto del Movistar Yamaha MotoGP se benefició del incidente entre Lorenzo, Pedrosa y Dovizioso para sumar unos puntos extra que podrían ser muy valiosos con vistas al campeonato. Aun así, el balance del Gran Premio no es positivo: tiene grandes problemas cuando hay poco grip, al igual que Valentino Rossi, y quiere que Yamaha tome cartas en el asunto.
"Hemos probado de todo este fin de semana. Sinceramente, creo que el problema está en la electrónica. Es difícil dar un comentario hoy... Quería un gran resultado. Era importante para el campeonato, y más viendo que han fallado algunos pilotos importantes. Pero el máximo ha sido el séptimo puesto, y sin la caída de esos tres pilotos habría sido décimo. Resultado decepcionante, viniendo de Austin con ganas, motivado. Es difícil, muy difícil. Pero bueno, estamos trabajando para intentar sacarlo", explicó ante los micrófonos de Movistar MotoGP.
Tras una carrera complicada, el #25 reconoce que está desubicado a la hora de trabajar, pero no está "frustrado". "Al final, más que frustrado, siento que en un fin de semana tengo que cambiar el pilotaje dos o tres veces. Tengo que conducir de formas distintas para probar la moto. Me siento un poco confuso, más que frustrado, pero al final sé que no estamos rindiendo al 100% y eso es confuso".
Cuando Izaskun Ruiz le preguntó si cree que Yamaha está dando el máximo para atajar los problemas, 'Mack' se mostró dubitativo: "No sé si están dando el 100%. Es difícil de decir. Eso solo lo sale la fábrica. Yo sé que mi equipo está probando todo. Este fin de semana hemos puesto la moto de todas las maneras posibles, intentando buscar un set-up, pero no es posible. El nivel que podemos tener no es el que estamos mostrando ahora mismo. Sé perfectamente que, si las cosas funcionan, tenemos nivel para luchar por las victorias. Pero, a día de hoy, estamos muy atrás. Los rivales nos han superado por bastante, así que debemos seguir trabajando y buscarlo".
Ahora, el Mundial de Motociclismo pone rumbo hacia Le Mans, un trazado en el que consiguió su último triunfo y que, en teoría, les ofrecerá el grip necesario para mostrarse competitivos. Pero no quiere que los ingenieros de Iwata bajen la guardia. "La moto cambia mucho de una pista a otra. A lo mejor llegamos a Le Mans y parece que se ha resuelto todo, pero los problemas existen desde hace diez meses y hay que continuar trabajando. Durante la pretemporada se vieron los problemas otra vez. Yo siempre insistí bastante, pero bueno. Ahora es lo que hay y, con eso, hay que tratar de sacar el 100%, como he hecho hoy", advertía.
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Silvano Galbusera, jefe técnico de Valentino Rossi, reconoció hace tiempo que una de las posibles soluciones estaba en fichar un ingeniero especializado en la electrónica Magneti Marelli, algo que Honda y Ducati hicieron en su momento. ¿Es eso lo que piden a la fábrica? "No lo sé [risas]. Creo que eso debería hablarse con Maio [Massimo Meregalli], que es la persona que dirige el equipo. Realmente, no sabría decirte. Pilotando detrás de Álvaro Bautista, que ha hecho una carrera excepcional, y de Franco Morbidelli, que también ha hecho una buena carrera, se ven perfectamente dónde están los fallos. Yo transmito eso e intento dar lo mejor de mi pilotaje", contestó.
Las demandas de Rossi y Viñales son muy parecidas, aunque el español cree que la responsabilidad recae sobre la marca: "No debería haber frente común. El problema es claro y deberían resolverlo".
