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Jorge Lorenzo vivió en Austin el que "posiblemente" es su peor momento con Ducati. Ya lo había avisado durante el fin de semana: tenía dificultades para mantener un buen ritmo de carrera y cedió ante pilotos satélite de la marca italiana, como Tito Rabat o Jack Miller, para acabar en el puesto número 11. Esta falta de sensaciones llega, además, en un momento importante para las negociaciones del próximo contrato. Días complicados para el pentacampeón del mundo.
"Es una carrera para olvidar", reconoció ante los micrófonos de Movistar MotoGP: "A una vuelta y con neumáticos blandos éramos muy explosivos, pero nunca tuve el ritmo y en carrera tampoco ayudó la elección del neumático trasero. Malas sensaciones desde el principio. Decepcionado y triste. Hay que olvidar, pensar en el futuro y seguir trabajando con motivación, a ver si en Europa mejora la cosa".
Cuando le preguntaron si estaba viviendo su etapa más complicada desde que se vistió de rojo, respiró con profundidad y lanzó un "posiblemente". El #99 no extraía ninguna lectura positiva de su carrera, pero insiste en la importancia de mirar hacia delante: "He ido muy lento y estoy triste, pero bueno... Mañana será otro día".
Aunque el inicio de la pretemporada 2018 fue muy positivo para Jorge —fue el más rápido del #SepangTest a una vuelta—, todo apunta a que la GP18 es una moto que se adapta menos a su estilo de pilotaje: "Creo que la nueva Ducati tiene puntos positivos, pero también puntos negativos. Quizás para dos vueltas, ajustando la electrónica, se puede ir un pelín más rápido. Pero para el ritmo de carrera me está costando más. Es una moto más física y se ha juntado todo este fin de semana para hacer un resultado tan malo. Esperemos que en Europa mejore la cosa".
En estos momentos, el piloto del Ducati Team ocupa la 16ª posición en la general de MotoGP mientras su compañero de equipo, Andrea Dovizioso se mantiene líder con un punto de ventaja sobre Marc Márquez. La próxima cita del Mundial de Motociclismo se celebrará del 4 al 6 de mayo en Jerez, escenario donde el mallorquín rubricó su primer podio con la marca de Bolonia en 2017.