 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Yamaha tiene muchos problemas para levantar cabeza. Las dificultades que sufrieron en 2017, cuando padecían la falta de grip y el spinning de su M1, siguen manifestándose durante la pretemporada 2018. Y de la misma forma, además: en ciertos momentos todo marcha bien y en otros, simplemente, no consiguen que la moto funcione. Una situación extraña en la que intervienen numerosos factores, aunque Valentino Rossi y Maverick Viñales ponen el acento en la electrónica. Al menos, parece claro que utilizarán un nuevo chasis basado en la versión de 2016.
Maverick Viñales acabó octavo en Buriram y, tras poner punto final a las pruebas, explicó lo que había ocurrido a Movistar MotoGP: "Seguimos los pasos para tener una moto más suave con la apertura del gas, y con el pilotaje no me gusta. He dicho que pusiéramos la electrónica como la llevaba en Malasia y se puede decir que hemos dado un paso en media hora".
En este contexto, el #25 dejó caer varias quejas sobre la línea de desarrollo que sigue Yamaha. De las palabras del español se desprende una gran queja: parece que Rossi tiene más peso que él en las decisiones sobre la evolución de la M1. "Intento que mi Yamaha me funcione a mí. No puedo pilotar con la moto de otro porque yo no piloto así. Me concentraré en mis cosas. El año pasado me centré bastante y la moto funcionaba", lamentó el catalán.
'Mack' reconoce que este año han intentado "compartir un poco más los datos" dentro del box, pero admite que "quizás no vaya bien". "Si queremos ganar el título, necesito tener una moto para mí", sentenció. Y después de estas palabras, la prensa preguntó a Valentino Rossi por el asunto. Su respuesta fue clara: "Si Maverick quiere utilizar otro material, puede hacerlo. También probamos cosas distintas el año pasado".
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"Hablamos mucho sobre el chasis y la electrónica, pero todo depende de los neumáticos. A veces, cambias el tipo de goma y el feeling es completamente distinto. Así es como estábamos el año pasado. Con unas condiciones así, es muy difícil desarrollar una moto. A veces tenemos un problema y, tras dos horas, se ha ido. Y lo mismo al día siguiente", explicó el nueve veces campeón del mundo al medio alemán Speedweek.com.
El test de Qatar cerrará la pretemporada y, por el momento, solo está clara la competitividad de Honda: "Los problemas son distintos en función del circuito. El único fabricante que lideró en Sepang y en Buriram es Honda, con Márquez, Pedrosa y Crutchlow. Ducati voló en Sepang y Lorenzo fue el más rápido allí, pero en Buriram ha tenido grandes dificultades. Veremos lo que pasa en Qatar. Espero que estemos mejor allí".
