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"Estoy bastante preocupado", así ha respondido hoy Valentino Rossi cuando le han preguntado por los problemas que tanto él como su compañero Maverick Viñales han sufrido durante la primera jornada de test MotoGP celebrada en Tailandia. Ambos han coincidido en que la electrónica de la YZR-M1 no termina de funcionar bien, un problema que arrastan desde el año pasado y que, de momento, sigue ahí. Está claro que la decisión de regresar al chasis de 2016 no ha sido suficiente para que en Yamaha vuelvan a recuperar su competitividad.
Hoy Valentino firmaba el octavo mejor registro en Tailandia, un 1:31.189 que no le dejaba demasiado lejos del crono de referencia establecido por Cal Crutchlow (1:30.797). Sin embargo, el de Tavullia ha dicho estar "bastante preocupado" al repetirse de nuevo los problemas que sufrieron durante la última jornada de test en Sepang.
"Nuestros ingenieros están peleándose con la centralita Magneti Marelli", ha dicho Valentino a la prensa en Buriram. "A diferencia de la horquilla o del motor, lo bueno de la electrónica es que sólo son números, puedes resolverlo en un día, pero no es fácil".
Lo cierto es que Valentino no encuentra fallos importantes en la moto de este año; el problema está en los tiempos, que no terminan de salir por culpa, en su opinión, de la electrónica: "Puedo llevar la moto bien, tanto en las curvas como en las frenadas, incluo mejor que el año pasado. Pero mirando a la clasificación es complicado, porque hoy estaba detrás de tres Ducati. Si quiero pelear por el podio, tengo que dar un paso adelante".
"Por desgracia con la electrónica tenemos la misma desventaja que el año pasado", añade el #46. "Ducati y Honda han sido capaces de entender algo que nosotros no entendemos. Por lo tanto ellos tienen una aceleración diferente respecto a nosotros y en consecuenciamos nosotros sufrimos esa brecha".
Aunque la diferencia durante un test puede parecer pequeña, Valentino teme que esta desventaja a la hora de entender la electrónica única de Magneti Marelli vuelva a condicionar sus resultados en 2018: "Cuando tienes una carrera a 26 vueltas, intentando pelear por el podio, este aspecto es fundamental. Hay que seguir con nuestro trabajo de desarrollo, no hay otra solución".
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El resultado que hoy ha tenido Valentino en Buriram no es, desde luego, el regalo de cumpleaños que se esperaba Rossi. "En las últimas temporadas casi siempre paso mi cumpleaños montando en una moto, por un lado estoy contento porque tengo la oportunidad de seguir sobre la M1, pero por el otro me toca trabajar" ha dicho entre risas el piloto de 39 años recién cumplidos.