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Jordi Torres está aprovechando a fondo las fiestas navideñas para estar físicamente al 100% de cara a la próxima temporada del Mundial de Superbikes, un año en el que el español pilotará la única MV Agusta F4 oficial del campeonato.
Después de pilotar para Aprilia y BMW, el de Rubí ha sido el piloto elegido por la marca de Varese para tratar de llevar a la F4 al siguiente nivel en el campeonato, por eso su objetivo en 2018 no es otro que el de luchar por las posiciones de podio en aquellos circuitos en los que la MV Agusta sea competitiva.
Durante una entrevista reciente ofrecida a GPone.com, Torres reconocía que su nueva fábrica, MV Agusta, "es una leyenda, una marca que ha hecho historia en el mundo de la moto, no sólo en cuanto a resultados con Agostini y Read: hay un aire mágico en la fábrica de MV Agusta y entiendo por qué a los fans les encantan tanto estas motos".
La lesión que Torres sufrió en la última cita de Losail no impidió al piloto catalán tener la oportunidad de probar la F4 en el último test celebrado en Jerez a finales de noviembre. Allí, Jordi pudo comprobar las grandes diferencias de la máquina italiana frente a la S1000RR que ha pilotado desde 2016: "Viniendo de la BMW, que se movía para todos lados cada vez que abría el gas, me esperaba una moto parecida. Pero la MV no es así, al contrario, es rígida. A pesar de su chasis tubular, la moto es ágil y precisa. Camier y el equipo han hecho un gran trabajo, Leon es alto como yo así que trartaré de explotar al máximo todo el trabajo que ha hecho".
Ambición no le falta a Torres, que después de los cuatro podios que logró en 2015 con Aprilia (incluyendo una victoria) no volvió a colarse nunca más entre los tres primeros durante su etapa con el Althea BMW: "En Australia podemos se rápidos, tenemos que aprovechar esos circuitos en los que la precisión y la velocidad en curva nos pueden ayudar. En mi opinión nuestra posición estará entre el cuarto o el quinto, pero si alguien comete un error... estaremos listos para pelear por el podio. Si Leon [Camier] casi lo consigue el año pasado, ¿por qué no puedo yo?".
Respecto al dominio que Kawasaki ha ejercido en el WSBK durante las tres últimas temporadas, Jordi Torres destaca la solidez del paquete técnico y humano que ha conseguido la firma de Akashi en el campeonato: "Rea y Sykes son fuertes con la Ninja, si les ves pilotar verás lo sólido que es el paquete, son rápidos y limpios, la moto no se mueve y rara vez se caen. Pero Rea marca la diferencia, nunca se rinde, siempre quiere ganar, su objetivo es ser primero en cualquier situación, explotando a fondo la ZX10RR".
Jordi Torres llegó al WSBK después de disputar a tiempo completo dos temporadas en el Mundial de Moto2. Para el piloto español, este cambio de campeonato no supuso ningún problema, y ahora mismo dice estar "feliz" de seguir aquí: "Nunca me cansaré de decir lo feliz que estoy en Superbikes. Este campeonato encaja perfectamente con mi idea de cómo deberían ser las carreras y el trabajo en equipo. Superbikes es un campeonato que tiene potencial para crecer, todos los protagonistas esperan que la audiencia suba, manteniendo los valores deportivos por los que siempre ha destacado el campeonato".
Algo que echa en falta Torres es un mayor apoyo del público al campeonato, por eso pide a los aficionados "que vean las carreras por TV y que vengan al circuito a vernos. Aquí hay contacto entre los pilotos y la gente. Todavía hay ese espíritu de amistad en Superbikes".