 Por Cristian Ramón Marín @Crms74 | Google+ |
Cheste.- Andrea Dovizioso sabía que vencer a Marc Márquez en la lucha por el título era casi imposible. Pero lo intentó con las mismas herramientas que le habían servido para pelear contra el de Honda durante los últimos meses: paciencia e inteligencia. El éxito ya estaba garantizado con su candidatura al título, según él mismo reconoce, y tras perder la corona en Valencia se mostró satisfecho por haber llevado su estilo de vida humilde hasta lo más alto. El de Forli es una especie de representante del pueblo en un paddock que muchas veces peca de elitista.
"Creo que, en el mundo, todo el mundo intenta ser el mejor, el que tiene más dinero y un mejor coche... Ese es el estilo que casi todo el mundo intenta seguir, pero yo no sigo ese camino. Ser capaz de luchar con los mejores pilotos en el mundo de una forma completamente normal, siendo una persona normal... Claro, soy afortunado por tener dinero y pilotar en MotoGP, pero tengo una inspiración diferente, un objetivo distinto en mi vida. Parece que una persona normal puede luchar por el título mundial", se congratulaba el de Ducati. Convive cada día con gente que tiene un sueldo normal y eso siempre pone plomo en los pies.
La frase ha resonado hasta el hartazgo entre los camiones y hospitalities del Ricardo Tormo. También en las redes sociales: "Dovi se merece el título". En realidad, si lo ha ganado Marc Márquez es porque lo merecía más. Porque sus números lo merecían más. Pero la candidatura de Dovi tenía un componente moral: el deseo de que el trabajo duro y la persistencia den sus frutos. Algo que no ocurre siempre en MotoGP y, en general, en cualquier deporte. Casi todo el paddock habría sido feliz viendo a Dovi coronado.
Pero no fue así. Perdió el título. Y no es un fracaso. "Es normal que algunas personas puedan ver esto de una forma negativa. Era una oportunidad importante pero, para mí, no es así. He conseguido seis victorias, el doble de puntos... Creo que debemos estar felices con lo que hemos hecho", argumentó el #04, antes de hablar sobre el futuro: "Por supuesto, todo el mundo debe mejorar. Yo lo he hecho este año y, para el año que viene, nuestra mente estará incluso más abierta para intentar ganar el campeonato, porque este año lo empezamos diciendo que nos gustaría, aunque no sentíamos que realmente tuviéramos la oportunidad antes de Qatar".
'DesmoDovi' asegura que ha sentido el respaldo del paddock desde que consiguió el primer triunfo del año, en Mugello, y está "muy orgulloso". "Ha llegado apoyo de gente que no esperaba. Muchos rivales me han apoyado. Estoy muy feliz con eso. Soy un tipo que intenta tener una buena relación con todo el mundo. Soy una persona relajada. Esto, por supuesto, ayuda".
Nunca llueve a gusto de todos y, si Andrea se hubiera proclamado campeón, habría habido al menos un equipo descontento: el Repsol Honda Team. O quizás no tanto, aunque sea muy en el fondo. Porque Márquez también sabe lo que es vivir una vida terrenal. Sus padres, Roser y Julià, se han encargado de ello. Es el triunfo de las personas normales en uno de los mayores espectáculos del mundo.
