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La vida de Manuel Torrini, un joven piloto de 14 años, estuvo a punto de desvanecerse el pasado 22 de septiembre si no fuese por la rápida intervención del personal médico del Circuito de Mugello. Torrini sufrió una grave caída durante una de las sesiones de clasificación del Campeonato Italiano de Velocidad de Supersport 300, perdiendo el casco en el incidente, llevándose a continuación un fortísimo golpe por parte de otro piloto que circulaba por detrás y que no pudo hacer nada por evitar el atropello. Torrini entró en ese momento en parada cardiorrespiratoria.
El primer vehículo en acercarse a la escena -en sólo 56 segundos- fue un coche médico de intervención rápida con una enfermera y un equipo de reanimación portátil.
Durante un minuto, y antes de que llegase el segundo coche médico y una ambulancia aún más equipada, la enfermera le practicó al joven Manuel un masaje cardíaco, una maniobra que se alargó hasta los 13 minutos, cuando el joven piloto de 14 años recobró el pulso.
Una vez estabilizado, el piloto fue preparado para una evacuación a través de un helicóptero-ambulancia hasta el hospital Careggi, en la Toscana. Allí se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico. En los últimos días, según informa el hospital, se le practicó una cirugía maxilofacial cuyo resultado ha sido “perfectamente exitoso”.
El piloto florentino ya descansa tranquilo fuera de la unidad de cuidados intensivos, aunque aún ingresado en el hospital, y se espera un tiempo de recuperación bastante largo. Manuel Torrini corría con una Kawasaki Ninja en la clase SSP300, y los primeros testimonios señalan a que perdió el casco justo cuando venía otra moto y sucedió el inevitable impacto.