![]() @todocircuitoweb | Google+ |
María Herrera (Moto3) y Joe Roberts (Moto2) se han quedado fuera del Mundial de Motociclismo para lo que resta de temporada después de que en Aragón se conociese el abandono del AGR Team, que disputó en Motorland su última carrera mundialista. De acuerdo a la información facilitada por la periodista Izaskun Ruiz, el equipo propiedad de Karlos Arguiñano no viajará a Japón para disputar la primera de las tres carreras de la gira transoceánica, dando así por finalizada su aventura en el Mundial de Motociclismo, un proyecto que arrancó en el año 2012.
La noticia ha pillado totalmente desprevenida a María Herrera durante el fin de semana de carreras en Aragón, un Gran Premio que la piloto toledana no ha podido disputar tras resentirse de su fractura en la clavícula derecha durante el FP3 del sábado. La piloto de Oropesa ya sabía que su futuro estaba fuera del AGR Team de cara a 2018, pero no tenía noticias de la desaparición del equipo: "Pensábamos que el equipo continuaba, nos hemos enterado por el paddock. A mi no me han dicho directamente 'el equipo no sigue', eso es lo que no me gusta", explicaba María en una entrevista ofrecida a Movistar MotoGP.
Con un único punto en su casillero en lo que llevamos de temporada, María Herrera reconoce que está siendo un año "muy complicado" en el que están "sufriendo mucho". "Estamos hablando con muchos equipos [para 2018], está claro que a lo mejor no confían realmente porque estamos pasando una época muy díficil. El año pasado mi padre tuvo que aportar dinero, yo tenía la cabeza... es muy complicado para una chica de 20 años estar a tantas cosas y no en pilotar".
Leer también: El AGR Team no viajará a Japón y se retira del Mundial de Motociclismo
Después de los cambios de equipo que María sufrió en 2016 (rompió con LaGlisse en abril y fundó su propia estructura financiada en gran parte por su padre), fue precisamente en Aragón donde la toledana anunció su acuerdo con Karlos Arguiñano para lo que restaba de temporada y para 2017, un salvavidas que, sin embargo, se le ha escapado precisamente aquí, en Aragón, un año después.
"Este año Karlos Arguiñano quería ayudarme, y me ha ayudado a continuar", explica una agradecida María Herrera. "Pero desgraciadamente es muy complicado", dice antes de emocionarse. Hablando de este año, la piloto de 21 años recuerda que los test "empezaron muy bien, y Bautista [íntimo amigo suyo] lo puede decir porque entrena todos los días conmigo, me veo fuerte. Pero desde el primer momento la moto costó mucho, me caí porque teníamos un problema con la moto y me caí muy fuerte, y a partir de ahí no levantamos cabeza, los problemas que teníamos no se resolvían muy bien. Yo daba todo, pero no sé si la confianza a lo mejor está en mí o falta algo que no engancha bien".
No es la primera vez que María Herrera afronta un futuro incierto. Por eso, tira de experiencia y de garra a la hora de pensar en 2018, aunque sabe que ahora mismo sus opciones son muy limitadas: "Yo estoy luchando a muerte por seguir en el Mundial, creo que tengo el potencial cuando la moto va bien. En Brno estaba octava, luchando por el top 10, y creo que no tengo un potencial para irme, pero estoy luchando a tope, por mi parte que no quede el esfuerzo, yo el trabajo diario le tengo".