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Maverick Viñales ha lamentado que, en algunas carreras, hayan estado "realmente confundidos" con la configuración electrónica de su M1. En situaciones de poco grip como las de Jerez y Barcelona, el Movistar Yamaha MotoGP sufrió más de lo habitual, una situación que les obligó a rebajar la potencia de sus prototipos mediante la electrónica. Ahora están buscando la forma de traerla de vuelta.
"De alguna forma, en las carreras en las que hemos tenido problemas hemos modificado la electrónica y hemos perdido mucha potencia. En cada carrera teníamos menos y menos potencia, y ahora parece que necesitamos recuperarla con la electrónica", explica el #25.
Maverick reconoce que, en algunas carreras, han estado "realmente confundidos". Por esta razón, cree que deben "mantener la misma línea desde el principio, la misma electrónica". "La hemos cambiado mucho durante todas las carreras, así que debemos trabajar para recuperar esa confianza que tuvimos al principio de la temporada", insiste en declaraciones a Bikesportnews.com.
A estas dificultades se añade que, después del test posterior a Barcelona, Yamaha introdujo un nuevo chasis que recupera ciertas ventajas que tenía el de 2016. Valentino Rossi se ha beneficiado de esta medida porque ha recuperado sensaciones de las que no disfrutaba en el inicio del curso, aunque Viñales ha dejado claro que su preferencia es el bastidor que le permitió empezar la temporada con dos triunfos consecutivos.
Las dificultades que Yamaha ha tenido en algunos circuitos han contrastado con la regularidad de dos novatos en la categoría, los pilotos del Monster Yamaha Tech 3. Johann Zarco y Jonas Folger han sido constantes en el top ten y han logrado subir al podio en su primera etapa como pilotos de la clase reina. Por esta razón, el corredor alemán cree los hombres oficiales de Yamaha deberían probar el chasis 2016, cuyo principal hándicap, según explicó Valentino, es la mala gestión del neumático de cara a la segunda parte de las carreras.