 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Un día después de abandonar la UCI y de cumplir 46 años, Max Biaggi se marchaba en la tarde de ayer del Hospital de San Camilo para seguir adelante con su recuperación. El piloto romano mostraba su felicidad por marcharse a casa 18 días después de su grave accidente, aunque todavía deberá acudir de forma periódica al Hospital Pio XI, también en Roma, para someterse la supervisión de los médicos durante las próximas semanas.
Max Biaggi ingresó de urgencia en el Hospital de San Camilo el pasado 9 de junio tras sufrir un accidente mientras entrenaba con una moto de supermotard, una de sus grandes pasiones. El bicampeón del mundo de SBK recibió un fortísimo golpe en el pecho que le causó la fractura de 11 costillas, otra fractura en una clavícula y un neumotórax que le obligó a pasar por quirófano en dos ocasiones, la primera para instalarle un drenaje y la segunda para liberlarle uno de los pulmones que había quedado pinzado por dos costillas fracturadas.
Nada más abandonar el hospital, el eterno dorsal #3 daba las gracias "a todos los fans y a la gente que ha estado junto a mí. Gracias al cirujano Giuseppe Cardillo que me ha operado dos veces, a todas las enfermeras de cuidados intensivos y al doctor Claudio Ajmone-Cat que es un ejemplo de alguien que pone su corazón en su trabajo", decía un Biaggi visiblemente más delgado y con rostro cansado a los micrófonos de Mediaset.
"Durante estos 19 días he corrido el riesgo de no seguir aquí y me he dado cuenta de que la vida es un regalo precioso que no debemos malgastar", ha reconocido el romano. "He repasado la historia de mi vida y me he dado cuenta de que no tengo nada que demostrar a nadie. Mi objetivo ahora es mejorar y dar amor y felicidad a mis hijos y a todos los que me han querido y quiero".
El tetracampeón del mundo de 250 cc dice "haber pensado mucho en gente que he conocido de cerca, como Schumacher y Hayden, y me he dado cuenta de que a veces puedes perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos". Y parece que después de este tremendo susto cuelga definitivamente las botas, incluso sus entrenamientos de Supermotard: "¿Si volveré a correr? La pasión se mantiene, pero dejo sitio a los más jóvenes. Quiero enseñarles que el talento ya no es suficiente en este trabajo, necesitas otras cosas que yo puedo enseñar. Para hacer este trabajo siempre he hecho muchos sacrificos, ahora puedo decir que mi vida es genial. Gracias a todos".
