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Después de llegar a Barcelona con algo más de una carrera de ventaja al frente de la general, Maverick Viñales se despide del GP de Catalunya con una mínima ventaja de siete puntos sobre Andrea Dovizioso, que hoy ha logrado su segunda victoria consecutiva de la temporada después de su triunfo en Mugello hace una semana.
Las sensaciones de Maverick no han mejorado respecto a las que ya tuvo en los entrenamientos libres del viernes y el sábado, y después de caer hasta la 16ª posición en las primeras vueltas, el #25 lograba arañar seis puntos cruzando la meta en décima posición, beneficiado por las caídas de Petrucci, Miller y el abandono de Aleix Espargaró.
"He sido un espectador que iba muy retrasado", decía un resignado Maverick Viñales tras la carrera, "no veía a nadie, al final de carrera veía a pilotos que se acercaban pero ha sido un desastre, un desastre, realmente no se entiende por qué. Después del warm-up estaba muy convencido, incluso sabía que si hacía mi 100% podía llegar ahí delante, he salido mal pero me lo he tomado bien, he intentado recuperar posiciones, pero ya desde el principio se me iban casi todos, me he quedado casi el último".
Lo que más le molesta al piloto de Roses es el hecho de haber perdido la mayor parte de la ventaja que había acumulado al frente de la general del campeonato: "Es una lástima, realmente no lo entiendo, tenía 26 puntos hace una carrera y ahora ya están al lado, así que decepcionado. Vamos regalando puntos que no tendría que ser así".
La falta de sensaciones de Viñales con los Michelin ha sido total en Barcelona, tanto en el tren delantero como en el trasero. El español asegura que se ha planteado abandonar en las últimas vueltas por cuestiones de seguridad: "En un momento he pensado en entrar en boxes, porque en la recta me sentía mal, me estaba preparando incluso para lo peor porque la moto derrapaba de primera a sexta y no es la moto la que fallaba, estoy 100% seguro, porque en Mugello era prácticamente la misma moto, y aquí no va, en Mugello va perfecta, en Le Mans perfecta, en Jerez la moto no va, en Austin iba perfecta hasta la carrera, así que muy mosqueado, porque son puntos que vamos regalando y al final de temporada nos harán falta".
Maverick es consciente de que "ahora vienen carreras difíciles como Assen o Sachsenring donde Marc es muy fuerte y donde tendremos que dar nuestro 100%, y perder los puntos de hoy me decepciona".
Ayer, el máximo responsable de Michelin, Nicolas Goubert, dijo que los problemas que están sufriendo aquí las Yamaha oficiales se deben a su ausencia en el último test celebrado aquí hace tres semanas, unas palabras que han molestado a Viñales: "Creo que en Mugello tampoco hicimos test, en Argentina tampoco, no creo que deban poner excusas, tienen que trabajar y buscar la mejor solución para todos, porque al final las Tech 3 han funcionado, habrá que mirar en nuestra moto qué ha sucedido. Tampoco he visto normal a Cal [Crutchlow], iba detrás suya y casi me iba riendo dentro del casco, porque Cal habría a fondo en la recta e iba hacia detrás en lugar de hacia delante, cuando Cal es un piloto para estar en el top 6".
Viñales tuvo problemas con los neumáticos en Austin después de haber ganado en Qatar y en Argentina. Hoy, tras ganar en Le Mans y subir al podio en Italia, el de Roses ha vuelto a pinchar: "Cada vez que estoy lejos en el campeonato hago un mal resultado sin venir a cuento, al final yo no cambio nada del pilotaje, incluso estoy más fuerte, estoy más centrado y mejor con el equipo, pero de una mañana a la otra la moto ya no funciona, entonces no sé que pensar. Al final quiero pensar que nuestra moto no ha funcionado bien con el calor y ya está".