 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
El polémico youtuber Max Wrist, famoso por picarse con todos los superdeportivos que se encontraba por el camino sobre su BMW S1000RR, se acaba de dar de bruces contra la justicia. Eugene Edward McMahel, su auténtico nombre, ha sido condenado a dos años de prisión por un tribunal militar acusado de conducir de forma temeraria por las carreteras del norte de Italia a pesar de que, hace meses, ya fue multado y advertido por sus superiores después de una investigación abierta por la policía italiana.
Detrás de Max Wrist se esconde un sargento norteamericano de 33 años, Eugene Edward McMahel, destinado en la base militar Camp Ederle, en Vicenza. Por este motivo, sus vídeos mostraban imágenes grabadas en carreteras europas, la mayoría en el norte de Italia, además de Estados Unidos (California especialmente), donde regresaba siempre que tenía algún permiso.
La policía de tráfico italiana llevaba meses detrás de Max Wrist. Gracias a la calidad 4K con la que este youtuber presumía de sus hazañas en carretera abierta, los agentes pudieron identificar los números de chasis de sus dos motocicletas (BMW S1000RR y Honda CBR1000RR), procediendo a su incautación hace ahora casi un año. Por aquel entonces, Max recibió una multa y una reprimenda por parte de sus superiores, recuperando posteriormente las motos.
En lugar de abandonar las carreteras, Max Wrist no tardó ni una semana en volver a montar sus cámaras GoPro para seguir subiendo vídeos y aumentar su número de suscriptores en Youtube, donde ya le siguen más de 180.000 personas. Por este motivo, casi un año después, un Tribunal Militar ha decidido condenarle a dos años de cárcel, cumpliendo parte de su sentencia en una prisión militar de Alemania y el resto en EEUU. Además, ha sido expulsado del cuerpo.
Tras hacerse pública la noticia, Max Wrist escribió un mensaje en su blog comentando lo ocurrido: "Desde el primer día que empecé a montar en Italia, sabía que sería una relación de amor odio. Todos los días pasaba incontables horas volando por sus carreteras y corriendo contra deportivos y otras motos. Algunos fueron gente increíble, motoristas y conductores. Otros se cabrearon y eran odiosos, pero nada de eso importaba porque lo único que me importa de verdad es subirme a mi moto y crear vídeos que entretengan al mundo"
McMahel era consciente de que "después de aparecer en las portadas de los periódicos italianos, sabía que pasaría algo grande. Siempre he tenido la mentalidad de que no era cierto eso de la mala publicidad, pero hoy ha demostrado ser cierto. Así que gracias Italia y gracias a todos por hablar de mí, seguidores y 'haters'".
En su despedida temporal, Max Wrist dice a sus fans que no deben preocuparse porque esto "no es el final". "Puedo decir que he dejado mi marca en un país bonito, ahora estoy listo para nuevas fronteras", y anuncia la futura publicación de una recopilación de vídeos "bestiales" que ha reunido en los últimos años.
