 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
El 14º y 19º puesto conseguidos por Nicky Hayden y Stefan Bradl al término del último test oficial de pretemporada en Phillip Island demuestran que la Honda Fireblade SP2 todavía tiene mucho trabajo por delante. Después de emplear el software del año pasado en los test de Jerez y Portimao, Honda le ha facilitado a Ten Kate un nuevo software 2017 en Australia actualizado al nuevo modelo, un avance en el que tanto Hayden como Bradl habían depositado sus esperanzas para poder dar un salto hacia delante.
Sin embargo, tras acumular entre ambos 200 vueltas en Phillip Island, la electrónica de la nueva Fireblade sigue sin funcionar. "Es como si la moto tuviese 400 cv y un botón de on/off", aseguraba Stefan Bradl esta mañana al portal Speedweek.com. "Estoy 2.2 segundos por detrás, y eso es mucho. No tengo confianza en la rueda trasera, delante va bien. Si la electrónica no hace lo que tú quieres, entonces no puedes hacer nada", lamenta el alemán, que ha terminado a más de 2.2 segundos de Jonathan Rea.
Durante la mañana del martes, Bradl ha explicado que su Fireblade era "inconducible", y por eso el equipo optó por probar "un nuevo colector de admisión, ya que el que estábamos usando no funcionaba como debería". Sin embargo, a pesar de trabajar en los mapas de motor, de poco ha servido: "casi salgo catapultado, no es que haya tenido miedo, pero nunca había experimentado algo así. Al menos hemos podido mejorar un poco aquí en día y medio, pero la electrónica no hace lo que debería. En parte, porque el motor es tan agresivo que tengo mucho deslizamiento detrás".
El de Augsburg dice sentir una especie de "ansiedad" al pilotar la SP2 porque es una moto "brutal". "Si en la primera curva abres un poco el gas, la rueda trasera te intenta tirar, aunque no hagas nada, es un poco desesperante", añade Bradl, que después de compartir sus impresiones con Nicky Hayden asegura que ambos coinciden en la misma opinión: "He hablado con Hayden. Él también dice que los cambios en el chasis son muy limitados o casi inexistentes porque la electrónica no trabaja corretamente".
De hecho, el piloto de Kentucky aseguró tras los test que con la nueva Honda tiene "las mismas sensaciones" que con la versión de 2016. "Desafortunadamente, no somos capaces de estrechar la brecha con los de delante como nos gustaría, todavía queda trabajo por hacer con la electronica y la manejabilidad", cuenta Hayden, que lamenta el estancamiento que están sufriendo en el desarrollo de la SP2: "Por suerte hoy hemos tenido mejor tiempo que ayer, pero nos hemos quedado más o menos donde lo dejamos en Portimao".
"No hemos llegado muy preparados a este primer round, aunque es normal porque la moto acaba de llegar, además en Portimao no fue demasiado bien por culpa del tiempo", recuerda Hayden, que ya en pretemporada mostró su preocupación por el retraso que estaba sufriendo la nueva Fireblade, una moto que no llegó a la sede central de Ten Kate hasta finales del mes de enero.
