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Maverick Viñales ha terminado el Gran Premio de Austria 2016 en sexta posición y se ha mostrado positivo con respecto a sus sensaciones sobre la moto, puesto que ha hecho la primera mitad de carrera con el grupo de cabeza y se ha encontrado "bien, a gusto". Sin embargo, la Suzuki "era un poco lenta en la recta" y no ha sido capaz de adelantar a Marc Márquez. "Creo que hubiera tenido posibilidad de seguir un poco a Valentino [que ha terminado cuarto], pero cuando los neumáticos se han gastado ha sido imposible. Marc se me iba mucho en las aceleraciones e intentaba recuperar en las frenadas, pero se me han hecho realmente difíciles los últimos compases de la carrera", ha reconocido el catalán en Movistar+.
El futuro piloto de Yamaha cree que su actual equipo debe "analizar bien lo que ha pasado", porque las gomas se han desgastado más de lo previsto. "Cuando tenía grip realmente me sentía cómodo", se ha lamentado.
Ante esta situación, Maverick considera que deben dar un paso al frente. Cree que la GSX-RR ha llegado al límite en el Red Bull Ring, aunque puede mejorar en el futuro. A pesar de ello, ha sido positivo respecto a la distancia con Iannone, ganador en Austria: "Una desventaja de catorce segundos no significa un mal rendimiento en una pista de stop-and-go como esta, que no es exactamente la ideal para nosotros. Hemos hecho bien nuestro trabajo, pero no estoy satisfecho con él, porque queremos seguir adelante".
El próximo fin de semana se celebrará el Gran Premio de la República Checa, un escenario donde Viñales tuvo "una buena carrera" en 2015. "Luché con Pol Espargaró y Bradley Smith por el séptimo puesto, así que viajo con mucha confianza a Brno, entre otras cosas porque es un buen circuito para mí", comentó a Speedweek.com.
Maverick Viñales es quinto en la clasificación general de MotoGP. Está a doce puntos del cuarto clasificado, Dani Pedrosa, y su más inmediato perseguidor es Iannone, que está cinco tantos por detrás de él.