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 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
La relación entre Maverick Viñales y su hasta ahora manager, Aki Ajo, ha terminado. Al menos esa es la información que adelanta el portal Motorsport.com, que ya pone nombre al nuevo manager del piloto de Roses. Se trata de Paco Sánchez, un abogado con más de 25 años de experiencia gestionando la carrera deportiva de decenas de pilotos, entre ellos Pol Espargaró, Sebas Porto, Marc Coma, Tito Rabat y, en la actualidad, la del jovencísimo Joan Mir.
¿Por que habría roto Viñales su relación con Aki Ajo? La respuesta es sencilla. El finlandés es, además de representante, team manager del equipo Red Bull KTM Ajo, y una de las personas responsables de defender los intereses de Red Bull en el paddock del Mundial. Es un secreto a voces que Yamaha se ha interesado en Viñales para cubrir la ya casi segura baja de Jorge Lorenzo, y si tenemos en cuenta que Monster Energy es uno de sus patrocinadores principales (y parte interesada), sobra decir que las negociaciones con Aki Ajo sufrirían un importante conflicto de interés.
Paco Sánchez (der.) con Sebas Porto (izq.) en una foto reciente
Por esta razón, Viñales habría preferido prescindir de Ajo y confiar su futuro deportivo a la figura de Paco Sánchez, que se estrenará en el cargo con un reto complicado. Según informa el portal alemán Speedweek.com, Maverick firmó en 2014 un contrato que le vinculaba a Suzuki durante dos temporadas, con una ampliación automática por un año más (hasta finales de 2017) si el piloto español era capaz de conseguir un podio a lomos de la GSX-RR.
El detalle lo reveló Aki Ajo a Speedweek durante el Gran Premio de Austin, y podría suponer un contratiempo importante a la aspiraciones de Viñales de conseguir un asiento en Yamaha. Si el español consigue subirse al podio en alguna de las 15 carreras que restan para acabar la temporada (ya fue cuarto en Austin el pasado domingo), se vería ligado a Suzuki por un año más de forma automática. A falta de conocer los detalles concretos del contrato, Suzuki tendría en este caso la sarten por el mango, ya que podría oponerse a la salida de Viñales haciendo efectiva esta cláusula, o incluso pedirle al español una penalización por incumpliento de contrato si decide marcharse.
