 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
Suzuki era una de las fábricas que más expectación había generado los días previos al primer IRTA de Sepang. Los buenos resultados que consiguieron sus pilotos durante el último test de 2015 en Valencia y el nuevo motor que Suzuki ha estado desarrollando este invierno con más potencia hacían presagiar una papel destacado por parte de Aleix Espargaró y Maverick Viñales en Malasia.
Sin embargo, a pesar de que las sensaciones de ambos pilotos tras el test son buenas, sus resultados en la hoja de tiempos quizás no han sido los esperados. Viñales terminaba el test con un 2:01.244 conseguido en los minutos finales del miércoles, finalizando 12º a 1.6 segundos del crono de referencia de Jorge Lorenzo. Le sigue en la combinada su compañero, Aleix Espargaró, 13º con una mejor vuelta de 2:01.623.
A pesar de haberse quedado fuera del top 10, el mejor rookie de 2015 cree que "si podemos trabajar un poco más en la electrónica y encontrar algo más creo que podremos estar cerca de los de arriba. Algunos como Jorge y Valentino están muy fuertes en este momento, pero estar junto a Marc y Iannone, que siempre han sido rápidos, creo que podemos estar más cerca".
Viñales reconoce estar "muy contento, sobre todo porque en la última parte del día he encontrado el modo de ir rápido. He estado sufriendo para bajar del 2:02 y he encontrado algo que rápidamente me ha permitido bajar al 2:01. Con neumático usado he estado 2:01 medio/alto, así que creo que hemos dado un gran paso adelante".
El mayor contratiempo para Suzuki es la nueva electrónica, que sigue sin funcionar bien en la GSX-RR: "La electrónica nueva todavía es complicada. Estamos sufriendo con el freno motor, pero tenemos que trabajar duro, es importante tener un buen freno motor para que la moto se detenga. Luego en aceleración estamos mal porque no puedes poner las ruedas donde tú quieres".
"De todos modos, creo que hemos avanzado mucho estos días. Creo que tenemos un gran potencial, hay muchas cosas positivas y algunas negativas. Tenemos que convertir esos detalles negativos en positivos y entonces seremos bastante fuertes", cuenta el de Roses.
Tanto Aleix como Maverick han probado en Sepang dos configuraciones distintas en sus GSX-RR, una con el chasis del año pasado y otra con el de 2016. El motor en, ambas motos, ha sido el nuevo. "Siendo sincero, si podemos conseguir que la moto de 2016 gire entonces me quedo con ella porque tiene más grip", cuenta Maverick. "El único problema que tenía el año pasado era el agarre, porque sufrí mucho. Creo que con la 2015 todavía puedo encontrar el grip, y sería un chasis perfecto para mí y mi estilo de pilotaje".
Respecto a los Michelin, Viñales reconoce que "el delantero me gusta mucho. El problema es el trasero, como el año pasado, sigo sufriendo por el agarre. En Valencia tuve un grip increíble porque era un neumático realmente blando y la pista era bastante nueva y tenía grip. Allí la moto giraba bien y era realmente fácil de pilotar. Aquí con el neumático duro, después de que ayer nos quitaran el blando, es más complicado. Pero estoy contento porque hoy hemos sido más rápidos aquí que con los Bridgestone".
Otra de las novedades que Suzuki ha llevado a Sepang es el cambio seamless, un sistema que Viñales pudo probar a finales de 2015 en un test privado. "He tenido una buena impresión del seamless, pero también estoy contento con el nuevo motor. Todavía tenemos que rematar la electrónica para explotar toda su potencia, pero a estas alturas estoy contento con la entrega de potencia y los caballos".
