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Nadie puede poner en duda que Tesla ha revolucionado como nadie el séctor del coche eléctrico. Su Model S es el mejor coche que se puede comprar a día de hoy sin motor de combustión, una berlina 100% eléctrica con prestaciones de auténtico superdeportivo.
Su última evolución, el P90D, cuenta con dos motores eléctricos (delante y detrás) capaces de generar 262 cv y 510 cv de potencia respectivamente, sumando entre ambos la bestial cifra de 772 cv de potencia.
Con semejante caballería y un par motor de casi 1000 Nm, la aceleración de un Tesla Model S es capaz de generar 1.1 G´s de fuerza sobre su conductor, catapultándole hasta los 100 km/h en sólo 2.8 segundos gracias al modo Ludicrous Speed que podemos configurar desde el panel de mandos.
Con estas cifras, no es fácil plantarle cara a un Tesla Model S en términos de aceleración. Ni siquiera nuestro protagonista de hoy, a lomos de una deportiva de 600 cc, es capaz de seguir al Tesla en varias pruebas de aceleración (si bien es cierto que podría bajar una o dos marchas).
Posiblemente con una moto de 1000 cc moderna y usando las relaciones de cambio apropiadas tendría alguna posibilidad, aunque este Tesla Model S es mucho coche.... ¡¡82.300 euros de tarifa base para la versión más gorda!!