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Dos amigos turcos con sendas Yamaha MT-07 nuevecitas deciden salir a darse una vuelta por los alrededores de Estambul. Al llegar a una autopista, uno de ellos decide que es un buen momento para intentar marcarse unos buenos caballitos. El chaval apunta maneras, está claro que no es la primera vez, pero se le ve un poco torpe... hasta que llega lo que todos imaginamos: un tremento tortazo en el que, además, casi termina colisionando con su compañero.
Nuestro temerario protagonista no sufrió lesiones de importancia, más allá del orgullo, por supuesto.