Prueba Moto Guzzi V7 Racer 2013: cafe racer a la italiana

 
Así es la Guzzi V7 Racer
 

Hablando de prestaciones puras, tenemos que decir que no debéis esperar una superdeportiva al uso, ya que el motor que equipa es un bicilíndrico de 750 cc montado de forma transversal que entrega 50 cv de potencia. La transmisión de la moto sigue fiel a sus antecesoras y se hace mediante cardan.  

   
 

¿Qué podemos esperar de este motor y su configuración? Inicialmente podríamos pensar que tenemos en nuestras manos una moto feroz, pero nada más lejos de la realidad si estamos acostumbrados a los motores modernos. La escasez de potencia es evidente en marcha pero tenemos que recordar que es una moto hecha para emular tiempos pasados y como tal debemos adaptarnos a su conducción para divertirnos.

Vamos a tener sus caballos desde el principio hasta las 6.000 rpm aproximadamente, y si nos movemos en el rango de las 4.000 rpm la moto se va a tornar bastante alegre y va a responder bien, llevándonos con una buena sonrisa si queremos conducir de una manera más deportiva.
 

En cuanto a su estructura esta V7 Racer viene montada en un chasis tubular de doble cuna en acero que cumple su cometido sobradamente , aportando la suficiente rigidez al conjunto y dándonos una buena agilidad para sus dimensiones y peso (179 kgs en orden de marcha) . El basculante está compuesto de dos brazos en aleación ligera y junto al chasis y los bujes vienen pintados en un rojo intenso que hace resaltar la estructura de la Racer.

 

   

 

 Respecto a las suspensiones de esta cafe racer, monta en su parte delantera una horquilla hidráulica Marzocchi con unas barras de 40 mm y un recorrido de 130 mm, mientras que en la parte trasera equipa dos amortiguadores regulables en precarga de muelle, extensión y compresión, de 118 mm firmados por Bitubo. En su conjunto cumplen su función de forma eficaz pero os recomiendo que ajustéis los traseros a vuestro peso, lo vais a agradecer ya sea en conducción deportiva o más tranquila. Para regularlos, sólo tenéis que jugar con alguna de las 12 posiciones del pomo de resorte que lleva cada amortiguador.

 

A la hora de detener la moto tenemos un disco flotante con pinza de 4 pistones Brembo (¡ojo que no os emocione el nombre!) de 320 mm y atrás otro disco de 260 mm con pinza de 2 pistones. Esto se traduce en que la frenada anda escasa y se echa en falta un disco más en la parte delantera teniendo que usar ambos frenos a la vez para obtener una frenada más contundente.