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La prueba de Jorge, el novato
"Por fin llegó el día de probar las nuevas pit bikes. Con un calor típico de mes de julio, partimos de Madrid al circuito, situado a unos 70 km de la capital. Con los nervios y la impaciencia de coger las motos, el trayecto se hizo un poco largo. Una vez allí, al ver las réplicas y el circuito para nosotros solos, aumentó la impaciencia por ponerme el mono y salir a la pista, pero antes de todo me presentaron a mi compañero para la prueba de la MiniGP RAV y a la gente de Motopoliza.com, RAV y Todocircuito.com, responsables de esta experiencia en circuito.
Acabadas las presentaciones, ¡hora del showwwwwwwww! Las ganas permanecían, pero con la primera charla sobre lo que íbamos a realizar, surgieron las primeras dudas y sensaciones de que, joder, esto iba a ser más difícil que lo de coger tu moto y hacerte unas curvas los fines de semana.
La explicación de las características de la moto, del circuito, de las normas de seguridad… ¡todo esto, que a mí me sonaba sólo de ver los previos de moto GP, ahora lo tenía que poner en práctica, ufff! Empezamos a dar una vuelta por el circuito a lo Marc Márquez en Laguna Seca, viendo paso por paso las referencias de dónde tenía que meterle gas, dónde cortar, dónde tumbarme, etc... Y yo pensando 'que no me caiga'.
Con la GP, la posición adelantada te permite entrar mejor en las curvas, eso sí, rodando despacio, ¡aunque yo pensase que iba en una Panigale!
Para la última tanda me pidieron que eligiera moto. Aunque ya tenía más control con la naked por su manillar ancho, y a pesar de que con su postura hubiese ido más cómodo y rápido, escogí la GP, y a partir de aquí es cuando disfruté. Iba más rápido, me colocaba mejor en las curvas, aceleraba y tardaba más en frenar en las rectas.... Poco a poco, note cómo mi rodilla iba algo más cerca del suelo y mi posición mejoraba en las curvas, incluso en las rectas era más aerodinámico. ¡Sinceramente, disfruté!
A medida que arriesgas, tienes algún susto en alguna curva en la que entras más rápido, pero aprendes a que es más respeto que miedo. Es una lección importante, este deporte hay que ir siempre rápido, pero con respeto, nunca con miedo.
Al acabar, el gusanillo por este deporte y este mundo -algo ignorado- de las motos, engancha y te da más sensaciones de las que puedas tener a ritmos legales con tu moto de calle.
Una experiencia recomendable para todos, y más aún si te pones en manos de profesionales que te indican cómo ir y cómo aprovechar la moto al máximo, independientemente del nivel de pilotaje que tengas. Disfrutas a lo Valentino, te montan tu carpa y tu mini box para que hagas los cambios que necesites para ir más cómodo en la moto, etc... Merece la pena".
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