
Desmontamos los racores de las pinzas y con un trapo evitamos que se derramen restos de líquido. Luego, con un poco de cinta aislante, encintamos para que no esté goteando.

Soltamos el racor de la bomba y nos fijamos bien por dónde van los de origen para pasar después los metálicos.

Ahora es el turno de poner los nuevos. Cada racor debe ir con dos arandelas de cobre suministradas en el kit.

Colocamos los terminales a la bomba y comprobamos que quedan alineados y no se van a cruzar después al llegar a las pinzas.

Ahora a su correspondiente pinza.

Comprobamos una vez mas que no hay tiranteces ni roces y apretamos al par indicado por el fabricante.