 Redacción @todocircuitoweb |
El parabrisas de un vehículo es una pieza que, al igual que cualquier otro elemento de nuestro coche, puede sufrir un desgaste prematuro si no seguimos una serie de pautas para su mantenimiento. A pesar de que centros especializados como Carglass pueden solucionar los problemas de roturas que tengamos con la luna del coche en menos de una hora, lo ideal es seguir una serie de consejos que nos aseguren la durabilidad máxima de nuestro parabrisas por una cuestión de seguridad.
Prácticas comunes que debes evitar
Algo tan inocente como verter un vaso de agua caliente sobre el cristal del coche tras una intensa helada nocturna puede provocar la aparición de fisuras en el cristal por el cambio tan brusco y repentino de temperatura. A día de hoy existen muchos productos en el mercado de fácil aplicación que pueden acabar con el hielo del parabrisas en cuestión de segundos, aportando también otra ventaja importante: ya no tendrás que entrar y salir de casa con el agua caliente y ahorrarás tiempo.
Otro error muy común en el que solemos caer la mayoría es el de aguantar los limpiaparabrisas hasta que su desgaste es total y ya se empieza a escuchar un ruido bastante desagradable por entrar en contacto la zona dura del plástico contra el cristal. Teniendo en cuenta que una pareja de limpiaparabrisas no cuesta más de 15 euros y que la operación de cambio no nos llevará más de cinco minutos, es recomendable ponernos como tarea habitual -al menos una vez al año- el cambio de limpiaparabrisas. Lo agradecerá tu luna, ¡y también tu visibilidad en los días de mucha lluvia!
Una práctica habitual que realizan casi todos los conductores en épocas de frío es poner la calefacción a tope sacando aire por las salidas del cristal delantero. Al igual que echar agua caliente en un cristal congelado es una pésima idea, hacer lo contrario tampoco es beneficioso para la durabilidad del cristal. Lo mejor es que empieces poniendo aire frío -enciende el aire acondicionado sin miedo- y paulatinamente vayas subiendo la temperatura a medida que pasan los minutos. O mejor: activa directamente la opción de desempañado automático que a día de hoy monta cualquier vehículo y él mismo se encargará de no sacar aire excesivamente caliente por la salida superior.
El consejo clave cuando nos encontramos en circulación
Si hay un consejo que te evitará la mayoría de roturas del parabrisas delantero, sin duda alguna es el de respetar la distancia de seguridad en carretera. ¿Cuántas veces has visto un 'chinazo' venir directamente contra tu luna delantera durante un viaje en carretera? Aunque no es una ciencia exacta, guardar una distancia prudencial con el vehículo que circula delante -especialmente si es un camión de obra o transporte de arena- es el mejor de los remedios para evitar acabar con una raja en el parabrisas.
Para calcular la distancia correcta, sigue nuestro consejo: fíjate en un punto concreto de la carretera -por ejemplo un poste kilométrico o una señal- y cuenta al menos dos segundos hasta que pases por ese punto. Eso te asegurará una separación de al menos 65 metros con el vehículo que circula por delante si la velocidad a la que vais es de 120 km/h, una cifra que se reduce a 50 metros si circulamos a 90 km/h por una carretera convencional.
Y un consejo más: si detectas una fisura en el cristal, por muy diminuta que sea, no lo dejes pasar. Cualquier pequeña raja que tenga el parabrisas se puede convertir en algo mucho más serio en cuestión de segundos, y no serás el primer conductor que ve su viaje de vacaciones arruinado por un cristal partido en pleno viaje confiando en que esa pequeña fisura que lleva meses en una esquina se iba a quedar en eso.
Además, recuerda que hoy en día los centros especializados en lunas del automóvil trabajan para arreglar un 'chinazo' en el cristal o una fisura sin tener que recurrir al cambio completo de toda la pieza, una medida a la que sólo recurren cuando la magnitud de los daños y la localización de la grieta les obliga a sustituir todo el cristal por uno nuevo. Y sabiendo que la mayoría de los seguros incluyen el cambio y reparación de lunas en su póliza, es una tontería jugársela.
