REPORTAJES

Prueba Triumph Street Triple RS 2017: Máxima adrenalina

Publicado el 21/02/2017 en Pruebas de motos

Por Borja Arias
@borjarias | Google+

La ciudad de Barcelona ha sido el escenario elegido por Triumph para la presentación internacional de su nueva y esperada Street Triple, unos de sus modelos más exitosos desde su lanzamiento en 2007 y que esta tercera generación, los ingenieros de la firma británica han tenido la dura tarea de mejorar un modelo ya de por sí extraordinario.

Para llevar a cabo esta nada sencilla tarea, Triumph ha ido un paso más allá de lo que cabría esperar de una simple renovación estética y una adaptación mecánica a la normativa EURO4, han logrado reafirmar un modelo que despunta en su segmento por encima de sus rivales gracias a un potente cóctel de poderío mecánico, tecnología de vanguardia, y una parte ciclo desarrollada de forma exhaustiva para lograr la roadster de peso medio más efectiva.

En nuestra vídeo prueba te contamos todas las novedades que incluye su versión RS, su comportamiento tanto en vías públicas como en circuito, y que es lo más nos ha gustado de ella:

Por si todos estos argumentos no fuesen suficientes, Triumph no ha dejado rienda suelta, permitiendo a todo tipo de usuarios y bolsillos acceder al modelo que más se ajuste a sus necesidades y sin defraudar de ninguna manera. Para ello ha dispuesto tres versiones diferenciadas entre ellas por su nivel de potencia, equipamiento y aporte tecnológico. Ahora, se puede acceder a la familia Street Triple desde 9.500 € con la versión 'S', modelo que cuenta con una potencia de 113 CV, un panel de instrumentos revisado, luz diurna de LED, y dos modos de conducción entre otros.

Para aquellos usuarios que necesitan un punto extra tanto a nivel de equipamiento como de prestaciones, Triumph ha dispuesto la versión 'R', modelo que llega con 118 CV de  potencia y un nivel de equipamiento y parte ciclo más completo, como su nueva pantalla TFT de 5" a todo color, su equipo de frenos Brembo y suspensiones Showa, o sus cuatro modos de conducción  y faro DRL entre otros, desde un precio de 10.900 €.

Pero si lo tuyo es la deportividad pura, y quieres tener la moto perfecta tanto para desplazarte a diario, hacerte tu rutas de fin de semana o bien atacar el cronometro en circuito, el modelo RS es tú mejor opción. En esta versión, Triumph ha llevado a cabo un despliegue de ingeniería y tecnología soberbio, logrando el difícil reto de superar a su modelo predecesor, y nosotros la hemos puesto a prueba tanto en carretera como en circuito.

Empezando por su motor, el cual se ha desarrollado a partir de la Daytona 675, se introducen hasta 80 nuevas piezas logrando elevar su potencia final un 16% más, hasta los 123 CV a 11.700 rpm, y de igual forma, su par motor se ha incrementado en todo el rango de revoluciones llegándose ahora a unos muy bien aprovechados 77 Nm a 10.800 rpm, un 13% más que su anterior versión. De esta forma Triumph ha logrado un motor más enérgico, de aceleraciones más intensas, y con unos cambios de marcha más rápidos y suaves gracias a su nueva caja de cambios con las dos primeras marchas más cortas.

Por si esto no fuese poco la Street Triple RS cuenta con un nuevo embrague asistido anti-rebote que permite un accionado más suave y con menos esfuerzo de la maneta, haciendo las reducciones de marcha realmente cómodas. Los cambios mecánicos culminan con un nuevo escape más ligero y de salida más abierta, que junto a su renovada caja de admisión han permitido mantener su característico sonido pero con un toque extra de profundidad. Adictivo sin lugar a dudas.

La parte ciclo de la versión RS cumple con las expectativas de una moto deportiva de máximo nivel, mejorando aspectos del chasis como su nuevo basculante en forma de ala que aumenta la estabilidad en alta velocidad y mejora su rendimiento en el paso por curva. Para las suspensiones se monta una horquilla Showa BPF de 41 mm diámetro y 115 de recorrido totalmente regulable, mientras que en la trasera se monta un amortiguador Öhlins STX40 con depósito independiente e igualmente regulable en su totalidad.

Para el sistema de frenos se opta por montar unas potentes pinzas radiales Brembo monobloque M50 y pinza mono-pistón, también Brembo, en la parte trasera. Si a esto le unimos los pegajosos Pirelli Diablo Supercorsa SP trabajando en sintonía con las suspensiones, el resultado te permite practicar una conducción muy deportiva tanto en circuito como fuera de él, con las máximas prestaciones y confianza.

El aporte tecnológico que recibe la versión RS es uno de los más completos vistos hasta la fecha. Cuenta con un nuevo acelerador electrónico más preciso que permite la incorporación de cinco modos de conducción Road, Rain, Sport, Rider (programable), y Track (solo versión RS), variándose en cada uno de ellos la configuración del ABS y el control de tracción.

Uno de los puntos más destacables en esta nueva generación de Street Triple, es el empleo de un nuevo panel de instrumentos TFT de 5" y a todo color (versiones R y RS). En él contamos con toda la información deseable y necesaria, permitiendo una navegación sencilla e intuitiva desde un nuevo joystick de cinco posiciones y optimizado ergonómicamente para que sea más sencillo su manejo.

 Además de los tres estilos de pantalla pre-asignados a los modos de conducción con los que se cuenta, en esta versión RS disponemos de otros tres estilos adicionales de pantalla, más dinámicos e incluyendo un cronómetro cuenta vueltas, y para tener una visual perfecta en todo momento, la iluminación de la pantalla cambia de forma automática de modo noche a modo día, y de forma manual podemos ajustar su inclinación para evitar molestos reflejos.

Por si esto no fuese poco, la versión RS cuenta de serie con iluminación DRL en el faro delantero y LED en el resto de ópticas, y un cambio rápido Quickshifter que permite subir de marchas sin utilizar el embrague y que agudiza su carácter deportivo.

A la hora de subirse en ella, lo primero que se observa es su nuevo diseño frontal alineándose con el de su hermana mayor, la Speed Triple, obteniéndose en conjunto unas líneas muy deportivas y con acabados premium en todos sus ángulos. Sobre ella se adopta una posición de conducción deportiva, con los estribos elevados y un manillar ancho que permite un buen control. Al igual que su hermana mayor, los espejos se han situado en los extremos del manillar, y cuentan con un campo de visión aceptable en la zaga pero con una evidente tendencia a vibrar cuando elevamos la velocidad.

Ya en marcha, y transitando carreteras secundarias plagadas de curvas, la nueva Street Triple RS demuestra ser una moto muy explosiva y ágil, incitándote a retorcer al mango entre curva y curva, pero transmitiéndote máxima confianza en todo lo que estás haciendo. El modo Sport te permite una conducción muy deportiva pero manteniendo las ayudas electrónicas dentro de unos parámetros lógicos para conducir por vías públicas. Por otro lado, los modos Road y Rain, dosifican a la perfección el gas y el resto de ayudas, haciendo que sea cual sea la conducción que desees y necesites adoptar se disfrute de igual forma y aporte la misma dosis de confianza y seguridad.

Igualmente cabe destacar el excelente trabajo llevado a cabo en su parte ciclo. Ahora, la nueva 'Street' es más ligera y estable, haciendo que en el paso por curva parezca que vas por raíles, no hay transferencias de masa y donde pones la mirada allí va la moto. Por supuesto los cambios rápidos de dirección son otro punto fuerte, permitiéndote enlazar curvas rápidas a una velocidad de vértigo. También, el hecho de contar con un nuevo basculante de diseño específico, se traduce gratamente en una estabilidad inusual para una moto sin carenado cuando circulas a alta velocidad, el tren delantero ni se aligera ni mueve de su sitio.

Pasamos al Circuito de Barcelona-Catalunya, territorio que conquista con nota incluso siéndole un trazado a priori desfavorable. En pista y con el modo Track activado (ha de hacerse en parado) y unos reglajes de suspensión específicos, apenas enlazar unas curvas ya eres consciente de todo el  potencial que manejas bajo las piernas.

Para empezar la posición de conducción es cómoda, permite descolgarse con facilidad y manejar los mandos con naturalidad. También a la hora de acoplarse a la moto permite una aerodinámica muy correcta gracias a la forma de su depósito y pequeña cúpula, permitiendo superar la barrera de los 230 km/h de forma estable y segura. Ya en curva, simplemente es adictiva, con la rodilla en el suelo y al punto de gas, la estabilidad y precisión que demuestra es infinita, con un trabajo de los controles electrónicos sobresaliente, sabes que los llevas pero apenas notas su intervención.

Cuando toca abrir gas tienes a tu disposición una curva de potencia casi perfecta, dándote una estirada muy contundente y sonora mientras subes marchas con el cambio semi-automático. Por supuesto, la labor de suspensiones y frenos es elogiable. La primeras aportan mucha información y afianzan la moto al asfalto en todo momento, incluso en fuertes apuradas, donde la potencia de sus pinzas radiales M50 te permite llegar al vórtice de la curva con un solo dedo.

En definitiva, Triumph vuelve a contar entre sus filas con la mejor streetfighter de peso medio que actualmente se oferta en el mercado de las dos ruedas, teniendo como puntos fuertes su nueva y contundente mecánica, paquete tecnológico muy completo, y una agilidad y facilidad de conducción sobresaliente.

Equipamiento para la prueba

Casco: X-Lite X802 R Ultra Carbon
Mono: AG10Moto a medida
Guantes: Five RFX1
Botas: Alpinestars SMX Plus


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Tags: Triumph, Street Triple RS.


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