Por lo general, la calota de un casco (parte externa) se fabrica de la siguiente manera:
1. Una primera capa exterior de fibra de vidrio más varias capas consecutivas de aramida o carbono/aramida o carbono/aramida/fibra de vidrio.
2. Estas fibras se colocan cada una de ellas de acuerdo a la zona del casco donde se vayan a situar, realizando estudios previos de todo (no es lo mismo el frontal del casco que el lateral).
4. Se deja secar y se solidifica
5. Una delgada capa interior dentro del casco con fibra de vidrio suele ser aplicada para asegurar la buena inpregnación de las capas intermedias y para evitar el movimiento de los tejidos.
Es fundamental que en el proceso de fabricación, sellado, resinado, etc, todo sea perfecto, pero lo que realmente diferencia un casco de otro en caso de accidente (aparte de las fibras externas, claro) es el acolchado interno o amortiguador de impactos. La razón básica de usar un amortiguador interno en los cascos (EPS o poliestireno expandido) viene determinada por la necesidad de mantener la deceleración de la cabeza durante un golpe o caída dentro de los límites fisiológicamente aceptables por el cráneo y cerebro humanos, evitando tanto la fractura como la conmoción cerebral del usuario en cuestión. Una calota rígida protege eficazmente de la agresión mecánica del golpe, pero no frente a los daños internos causados por dicho impacto, ya que la deceleración del cerebro dentro del cráneo sigue siendo la mismas que si circulásemos sin casco (evidentemente, las lesiones externas serían mucho más graves).
El ESP moldeado con la forma interior de la calota y en grosores de varios centimetros, se aplasta en caso de impacto, absorbiendo la energia cinética evitando que dañe al cerebro.
Esta es la razón pincipal por la que, tras un impacto del casco o caída fuerte donde se golpee contra el suelo, éste debería ser sustituido aunque no se aprecien daños exteriores, pues la capa de EPS habría sido aplastada. Si tienes dudas sobre la integridad de tu casco después de un golpe o accidente, siempre estás a tiempo de hacerle una radiografía en la clínica veterinaria más cercana. Es un remedio casero, barato y te dejará tranquilo en conciencia sobre los daños de tu casco.
La visera
Hablemos ahora de las pantallas de los cascos. Qué no decir bueno sobre ellas, que nos quitan el viento, la lluvia, el polvo y todos los mosquitos de España que, casualmente, entran y se te estampan en la cara en cuanto te tocas la pantalla. Aparte, claro, de esas pantallas ahumadas, negras, amarillas, de espejo, de iridium y otras maravillas que nos hacen parecer más cada día a los Masters del Universo o pilotos Imperiales.
Para una duración mayor de las mismas y una estética mas deportiva se pueden usar "Tired-off", esas placas de “espejo” que llevan los pilotos de MotoGP. Son tiras plásticas de vinilo que se adhieren a la pantalla por fuera de la misma, haciendo las veces de “limpia pantallas”, ya que cuando se estampa un moscardón y la mancha entera, no hace falta detenerse con la moto; se tira de ellas por un extremo y se desprenden, tal y como lo hacen los pilotos del mundial.
En lo referente a las pantallas, su fabricación puede ser por termoconformado o por inyección, casi siempre utilizando el Lexan como componente principal de las mismas. El termoconformado es un procedimiento muy caro, pero que proporciona pantallas de alta calidad óptica, sin distorsiones ni brillos, aunque con baja precisión dimensional si no se cuida el proceso. En el caso de las pantallas de competición, se elige este procedimiento de fabricación usando un perfil plano en dos dimensiones (2D), que proporciona mejores cualidades ópticas que los diseños con abombamiento en tres dimensiones (3D), a costa de un mayor ruido aerodinámico y una disminución de la estética del casco, algo importante en la mayoría de los casos. Más tarde se procede a dar los tratamientos superficiales de endurecimiento antirayas y antivaho.
La limpieza de las viseras es siempre tema de discusión entre amigos, ya que hay varias maneras efectivas de limpiarlas, pero sólo una recomendada por el fabricante: lavar la pantalla con agua y jabón normales, siendo también efectivos métodos como las toallitas de bebe, los trapos de seda y otros, dependiendo de tu elección personal.