Características del Circuito de Portimao

Las instalaciones y los servicios son de lo mejor que te vas poder encontrar en un circuito de velocidad. Tienes dos baños por box, recipientes para tirar el aceite, papeleras, grifos, multitud de enchufes, toma de antena para enchufar un televisor y varias facilidades más. Si entre tanda y tanda te apetece pegarte un chapuzón, al lado de la cafetería tienes una piscina que está abierta durante los meses de verano. Eso sí, ¡llévate el bañador! Hablando de la cafetería, te conviene saber que los precios no son nada altos. Un menú del día sale por 10,5 €, y los cafés a 1 € más o menos.
Un día de tandas normal en Portimao sale por unos 190 € con seguro incluido. Si bien es cierto que el coste es superior a otros muchos circuitos, hay que tener en cuenta que estamos rodando en un trazado recién estrenado en el que se corre el Mundial de SBK y donde muchos equipos de F1 vienen a entrenar.

Por su propia configuración, Portimao es un circuito que recuerda en buena medida a los trazados de toda la vida, aquellos que se construían en valles y zonas sinuosas adaptándose totalmente a la orografía del terreno. Las subidas y bajadas son una constante, y tiene varias curvas ciegas donde conviene entrar por el sitio si no quieres encontrarte con la grava a la salida.
La primera subida que te encuentras después de hacer las tres curvas de derecha de final de recta es una zona complicada, ya que es una subida de izquierdas que recuerda en cierta medida a la curva Pegaso del Jarama. Aquí el truco es pasar con la rodilla sobre el piano para evitar el bache que hay en medio. Así sabremos que vamos bien y no haremos un recto a la salida.
Una vuelta al Circuito de Portimao
A continuación vamos a explicar cómo se debe trazar en una vuelta completa a este circuito de Portimao. La referencia de las marchas es la de una 600 tetracilíndrica.SECCIÓN 1


Nos tiramos pronto y levantamos la moto lo más rápido posible abriendo gas. Si te tiras demasiado tarde te irás fuera, pero no te preocupes si vas largo porque la escapatoria es de cemento y puedes volver a pista de nuevo.
La siguiente curva (2) no tiene misterio, la hacemos apurando tercera a fondo y, según el desarrollo, metiendo cuarta, aunque lo normal es cortar en tercera a tope y abrir un par de segundos después. Salimos a fondo y nos pegamos al lado izquierdo de la pista para encarar un giro de 180º (3). La frenada tiene una ligera pendiente hacia abajo, cuidado de nuevo con los rebotes. Bajamos a segunda, entramos un poco abiertos para cerrarnos lo antes posible y poder abrir gas pronto.
Llegamos entonces a una de las zonas más delicadas del circuito, una curva de izquierdas (4) en subida totalmente ciega por la que se pasa muy rápido. Para encararla no es necesario que nos peguemos al lado derecho de la pista, podemos quedarnos en la zona centro antes de tirarnos, pero sí es importante que, una vez estemos trazando, pongamos la rodilla en el piano para evitar los baches que se han formado en el interior de la curva, y que te descolocan totalmente a la salida. La subida la haremos en tercera a fondo y meteremos cuarta cuando coronemos.

Como no queremos acabar por los suelos, frenamos con cabeza (timoneando un poco con el freno trasero), atacamos en el momento preciso, y salimos en segunda a tope abriéndonos al máximo para poner la moto recta cuanto antes. Ojo con esta zona, porque es fácil salir por orejas.