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Lo que sí sabemos es que monta un chasis artesanal fabricado por Akira -preparador francés-, un motor de Kawasaki ZX-10R, y que no cuenta con control de tracción ni sistema antiwheelie. Los neumáticos que Aegerter y Noyes han utilizado durante estos dos días son los Michelin oficiales del FIM CEV Repsol, nada ver que con los neumáticos que el fabricante galo está desarrollando para MotoGP. Los tiempos del piloto suizo han sido discretos, más lentos incluso que casi todas las Superbike con las que han compartido pista.
Con estas palabras ha resumido Aegerter su toma de contacto con este prototipo de Akira para MotoGP: "Ya me subí a esta moto la pasada temporada en Barcelona con Avintia y allí también estaba parte del personal de Akira. Después volvieron a contactar conmigo para probar de nuevo y para mí es genial poder pilotar un poco antes del mes de febrero"
"Impresiona bastante la potencia después de no haber rodado durante dos meses en invierno. Realmente, no disponíamos de los neumáticos adecuados para asegurar el agarre necesario, pero he estado probando distintas trazadas para mejorar este aspecto y seguimos trabajando en ello. El equipo ha intentado ajustar la geometría y hemos conseguido rebajar los tiempos ligeramente, aunque seguimos siendo bastante lentos comparados con los tiempos de MotoGP”, añade el piloto del Technomag Racing Interwetten Moto2.
En lo que respecta al proyecto, Aegerter confirma que Kawasaki está detrás de él, pero desconoce cuáles son sus intenciones a corto plazo: "El proyecto es más bien de Akira. Por supuesto que en Kawasaki estarían interesados en volver a MotoGP. Si no lo estuvieran, no continuarían el desarrollo de la moto. Hasta ahora ésa es la información que tengo, sólo me han pedido participar en este test. Creo que seguirán con los entrenamientos durante el año y espero poder continuar mi colaboración con ellos”.
Fuente de la noticia: http://www.motogp.com/