Foto: Ari Lucena - Luzz Agency
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El lunes post-GP en Motorland no fue un día cualquiera para Marc Márquez. Tras barrer literalmente con todo durante el fin de semana en Aragón —pole, vuelta rápida, victoria en la Sprint y en el GP—, el piloto de Cervera volvió a enfundarse el mono para una jornada de test colectivos que, según sus palabras, dejaron más respuestas que preguntas. Y, como siempre, Marc no se guardó nada.
A diferencia de otros tiempos más crípticos, el ocho veces campeón del mundo habló con una franqueza casi quirúrgica sobre el material que está utilizando, la evolución de su moto y, cómo no, las diferencias (o no) con la de su hermano Álex Márquez, un piloto que tuvo poco que probar el lunes.
“Es exactamente la misma moto”, soltó sin rodeos al ser preguntado por las supuestas diferencias entre la GP24 y la GP25 que él lleva. “Ahora estamos introduciendo algunos cambios, pero si uno de nosotros, pilotos oficiales, quisiera la moto de Álex, podría tenerla. De hecho, en la pretemporada elegimos el motor antiguo”.
Con esto, Marc dejó claro que el halo de misterio sobre supuestas diferencias técnicas dentro del universo Ducati se disipa bastante cuando se rasca un poco la superficie.
En cuanto al trabajo en pista, Márquez explicó que la jornada de test se centró sobre todo en el apartado aerodinámico. “Nos hemos enfocado en eso porque el próximo gran premio es Misano y ya era tarde para homologar un nuevo paquete. Las sensaciones han sido buenas, aunque con la versión estándar los tiempos eran parecidos y ha sido necesario trabajar el equilibrio”, comentó.
El ilerdense también estuvo probando diversas configuraciones para afinar la puesta a punto: “Mejor probar solo que ir a rebufo. Cambia mucho. En solitario puedes hacer un ajuste más preciso, porque cuando estás detrás de alguien hasta el motor se comporta distinto y hay menos carga aerodinámica”.
Y no fue lo único que probó. Siguiendo los pasos de Bagnaia, Marc también montó discos de freno más grandes, pero no salió del todo convencido. “Personalmente no noté diferencia. Lo único que influye es la temperatura y el peso ligeramente superior. Con los de 355 mm tienes menos respuesta al frenar, pero más potencia al final de recta. De todas formas, aquí solo se pueden aprovechar al máximo en la curva 1 y en la 16”.
En cuanto a su estado físico, Marc sigue lidiando con los coletazos de su tormentosa historia con las lesiones: “Sigo en contacto con los médicos que me operaron. No me he hecho ningún control recientemente, aunque a veces me duele, pero es normal después de cuatro operaciones. Estaban en Jerez y también aquí. El primero de ellos no sabía nada de motos y ahora es un fan total; ha venido a las dos últimas ediciones del GP de Jerez y se lo ha pasado en grande”.
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Y cuando se le preguntó por las diferencias entre equipos oficiales y satélites, volvió a mostrar su habitual pragmatismo: “Como equipo oficial, intentamos diferenciarnos de los satélites, pero por ejemplo el domingo corrimos con la misma moto que Álex porque algunas novedades aún no están listas”.
