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Lo que empezó como un día más de trackday en circuito terminó siendo una secuencia que hiela la sangre. El vídeo llega desde el Circuito de Mettet, en Bélgica, y muestra uno de esos momentos que ningún piloto quiere vivir. Un aficionado pierde el control de su moto en una curva a derechas, cae al suelo y, en cuestión de segundos, es atropellado por dos motos que ven imposible esquivarle.
El primer impacto es brutal: la moto que venía justo detrás le pasa por encima del brazo y el pecho, rozando el cuello por escasos centímetros. El segundo piloto intenta frenar, pero no logra evitarlo y también colisiona con él. El resultado pudo ser devastador, pero contra todo pronóstico, el protagonista del accidente salió con vida. Las lesiones, aunque serias, no fueron mortales: esternón fracturado, un pulmón magullado y abrasiones por el asfalto.
“Esto es difícil de ver, pero importante de mostrar”, explica el autor del vídeo, amigo del piloto accidentado, que ha decidido compartir las imágenes como advertencia para todos los que se lanzan a circuito convencidos de que el trackday es un entorno cien por cien seguro. “La verdad es que todos decimos que rodar en circuito es más seguro que en la calle, y lo es. Pero esto demuestra que, incluso en pista, todo puede irse al garete en un segundo”.
En las imágenes, captadas por una cámara onboard, se ve cómo la moto del protagonista pierde adherencia delantera en plena curva, lo que desencadena el accidente. El piloto cae en un lado de la pista y queda completamente expuesto, justo en la trazada que siguen los pilotos que vienen por detrás. El impacto es inmediato.
La reflexión posterior, sin embargo, se centra en lo que probablemente salvó su vida según explican en el vídeo. Tres factores fueron determinantes: en primer lugar, el piloto llevaba un mono de cuero completo con protecciones, sin improvisaciones ni descuidos, el equipamiento era el adecuado para rodar en circuito; además, contaba con un protector de espalda homologado, elemento clave para reducir el impacto en una de las zonas más delicadas del cuerpo
El tercer factor fue la suerte, así de simple, porque no hay protección que garantice salir ileso de un atropello así, y sin embargo, ocurrió. También fue crucial la rápida actuación de los servicios médicos en pista, que intervinieron de inmediato para estabilizar al piloto y trasladarlo con rapidez una combinación de equipo, reflejos ajenos y fortuna que, juntos, evitaron una tragedia mucho mayor.
El vídeo no se publica por morbo, sino como un recordatorio visual de lo rápido que pueden cambiar las cosas cuando se rueda al límite. “No es por shock, es porque todos necesitamos que nos lo recuerden”, señalan desde la descripción del vídeo. “Los trackdays son entornos controlados, pero el control es una ilusión cuando estás exprimiendo los límites”.
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Puedes ver el vídeo a continuación:
